El sacerdote de Torrelodones que atiende llamadas en mitad de la noche
Gabriel María García Serrano es uno de los 44 sacerdotes que colaboran con el SARCU en Madrid
Madrid - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
El cardenal Carlos Osoro ha pedido a los sacerdotes de Madrid que se sumen al SARCU, al Servicio de Asistencia Religiosa Católica de Urgencia, en el que únicamente participan 44. Funciona cada madrugada, con un sacerdote de guardia desde las 10 de la noche hasta las 7 de la mañana, pendiente del teléfono móvil. En los casi cinco años que lleva el servicio en marcha han atendido a más de 1.100 personas en mitad de la noche, ya sea porque tenían una urgencia sacramental o porque necesitaban hablar con un sacerdote.
"He recibido llamadas de suicidio, pero el que te llama y te dice que se va a quitar la vida, es que realmente no se la quiere quitar, sino que quiere encontrar una palabra de esperanza para su situación", cuenta uno de esos 44 sacerdotes que participan en el SARCU de Madrid, Gabriel María García Serrano. Es parte del Servicio de Asistencia Religiosa Católica de Urgencia desde prácticamente el principio, y ha tenido que atender muchas llamadas, algunas lejos de su municipio.
Es párroco de San Ignacio de Loyola, en Torrelodones, pero siempre recuerda la llamada que recibió desde Fuenlabrada, una localidad a 50 kilómetros, para que un sacerdote se acercase a ver a un joven que sufría un cáncer de huesos. El padre Gabriel llamó al párroco local, al que conocía, lo cual resultó ser la mejor opción: esa llegada de una persona a la que conocían significó para esa familia, ya alejada de la Iglesia, una reconciliación con la fe.
El padre Gabriel García Serrano, por si acaso, las noches que le toca guardia, deja preparados los óleos cerca de la puerta. En una ocasión recibió una llamada de una mujer que necesitaba ver a un sacerdote antes de su operación a primera hora, pero el sacristán del hospital no estaba disponible. Él fuea darle la extrema unción, pero la enferma, al verlo, se alegró tanto que se despertó del sedante e hizo la comunión.