Recuperar las raíces cristianas en una Europa cada vez más herida, el objetivo de los jóvenes en 2033: "Estamos llamados a ser evangelios vivos”
'La Linterna de la Iglesia' conoce el proyecto internacional 'Roma 25, Santiago 27, Jerusalén 33' que arranca el 1 de agosto con el Manifiesto de los jóvenes cristianos de Europa en Roma: Fernando Moscardó es uno de sus impulsores

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Queda menos de un mes para que comience el Jubileo de los Jóvenes en Roma. Del 28 de julio al 3 de agosto, cerca de un millón de peregrinos de todo el mundo llenarán la capital italiana en una de las citas centrales del Año Santo de la Esperanza. Entre las propuestas destacadas del programa emerge con fuerza el proyecto internacional 'Roma 25, Santiago 27, Jerusalén 33', que arranca oficialmente el 1 de agosto con la proclamación del Manifiesto de los jóvenes cristianos de Europa en la Basílica de Santa María en Trastevere.
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Uno de sus impulsores es Fernando Moscardó, joven español y portavoz del comité internacional, quien en 'La Linterna de la Iglesia' ha explicado que el proyecto “nace de la herida de una generación joven que se reconoce perdida”.
En un contexto marcado por el secularismo y la fragmentación en Europa, 'Roma 25, Santiago 27, Jerusalén 33' propone un itinerario espiritual de tres etapas que se prolongará durante la próxima década, hasta 2033 con motivo del Jubileo de la Redención. “Decidimos iniciar un trabajo para sanar y hacerlo de la única forma que conocemos: a través del amor de Cristo”.
La Conferencia Episcopal Española ha sido clave en el impulso inicial de este proceso, aunque Moscardó recalca el carácter juvenil de la propuesta. “Somos los jóvenes quienes empezamos a desarrollar este proyecto. Desde el seno de la Conferencia Episcopal, y en colaboración con los santuarios micaélicos, fue creciendo hasta convertirse en una propuesta internacional”, ha precisado.
Un manifiesto con rostro joven y europeo: "No venimos a compartir ideologías ni mensajes vacíos"
La proclamación del Manifiesto de los jóvenes cristianos de Europa será el acto fundacional de este camino. El lugar escogido, la basílica de Santa María en Trastevere, que también encierra un simbolismo. “Es la única Basílica de Roma en la que todos los pilares son distintos”, explica Fernando Moscardó, que añade que el templo “refleja muy bien cómo es la juventud de la Iglesia: todos diferentes, pero todos sosteniéndola”.
El documento comienza con una declaración firme: “Somos jóvenes de Europa llamados a ser evangelios vivos”. Frente a una Europa descreída, los promotores del manifiesto quieren ofrecer un testimonio esperanzador. “No venimos a compartir ideologías ni mensajes vacíos”, explica el portavoz. “Queremos compartir la buena noticia de que hay una vida con sentido, una vida plena”.
Según Moscardó, el interés por la iniciativa ha superado las fronteras europeas: “Nos están contactando movimientos de todo el mundo, especialmente para el acto del 1 de agosto. La acogida está siendo excelente”.
Sanar, peregrinar y evangelizar : “La peregrinación no puede quedarse en lo turístico"
La propuesta espiritual del proyecto se estructura en tres verbos: sanar, peregrinar y evangelizar. “Somos una generación herida, vivimos en una sociedad hiperconectada, pero nos sentimos más solos que nunca. El 41 % de los jóvenes europeos dicen que su vida carece de sentido y estamos en el continente con la mayor tasa de suicidio juvenil del mundo”, ha explicado.
Frente a esta realidad, la peregrinación no se entiende como una moda o un fenómeno cultural, sino como un acto de fe profunda. “La peregrinación no puede quedarse en lo turístico o lo social. Debe ser espiritual: un verdadero encuentro con Cristo”, subraya.
El objetivo final es misionero: formar evangelizadores para una nueva Europa. “Queremos ser evangelios vivos, creativos, cercanos, que abran la Iglesia a todos, como pide el Papa Francisco”.
El papel clave de los jóvenes en la reconstrucción europea : "somos el presente de la iglesia"
El proyecto pretende contribuir también a la reconstrucción cultural de Europa. Para Fernando Moscardó, los jóvenes no pueden quedarse al margen: “No somos el futuro de la Iglesia, somos el presente. Somos Iglesia. Y nos corresponde dar respuesta a esta falta de sentido”.
En este sentido, el proyecto reivindica el valor de la peregrinación como metáfora vital. “Queremos quitarnos los trajes de turistas y ponernos las sandalias de peregrinos. Recuperar el valor de nuestra cultura, de nuestras raíces cristianas, y volver a caminar con sentido”.