Las tensiones entre China y Taiwán preocupan de cara a las exportaciones de microchips a Europa

Un aumento del conflicto afectaría de lleno a esta industria. El 87% de microchips a nivel mundial se produce entre China, Corea del Sur y Taiwán

Redacción La Linterna

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La producción y distribución de microchips están en peligro por las recientes tensiones entre China y Taiwán. La isla es el primer productor de semiconductores del mundo y la reciente visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, ha abierto una nueva etapa en el conflicto.

China advirtió de que si Pelosi visitaba Taiwán respondería y eso ha hecho: su Ejército lleva cuatro días desarrollando actividades militares alrededor de la isla. De momento, el riesgo de que se produzca una invasión parece ser mínimo.

Lo cierto es que la guerra en este territorio supondría una gran crisis internacional. Hay que tener en cuenta que China es uno de los grandes motores económicos del mundo y Taiwán es el gran productor de microchips de los que todo depende. Hablamos de una tecnología fundamental para la fabricación de móviles y ordenadores.

Es cierto que hasta ahora Taiwán no ha tenido problemas con las exportaciones, pero algunos aviones sí que han tenido que modificar sus rutas. Por eso preocupa que se puedan producir retrasos en la distribución a terceros países. Una polémica que vuelve a dejar latente la dependencia de Europa en sectores estratégicos, ahora también en el de los microchips.

Alfonso Gabarrón es portavoz de la Asociación Española de la Industria de Semiconductores y ha explicado en 'La Linterna' las claves de esta tecnología: "Realmente microchips hay en todas las cosas de hoy en día".

"La mayoría de la producción de microchips se concentra en Asia. Sobre todo en Corea del Sur, Taiwán y China. Estos países acaparan el 87% del mercado mundial. Esto es una dependencia colosal y España sobre todo consume de estos países. Es verdad que en Europa existen ciertas zonas de producción, Alemania y Francia tienen instalaciones, pero todavía no son capaces de abastecer toda la industria que depende de esta tecnología en Europa", explicaba Gabarrón sobre las capacidades de producción que existen en Asia frente a las del territorio europeo.

Respecto a una posible complicación del conflicto en Taiwán, Gabarrón destaca lo siguiente: "En el peor de los casos, en el que hubiese un bloqueo de las exportaciones y las importaciones, sí que podríamos entrar en un escenario que sería muy complicado porque industrias europeas y americanas dependen de esta tecnología a diario. Podría darse un colapso de las industrias tecnológicas".

También ha explicado que producir esta tecnología es un proceso complicado: "Los semiconductores modernos, sí, porque estamos hablando de los microchips de vanguardia y de sus tamaños diminutos. Realmente son elementos que tienen que estar totalmente automatizados en su producción y por eso es muy difícil de producir. La cuestión ya no es producirlos, es tener la maquinaria para poder fabricarlos".

Por último, de cara al futuro, Gabarrón ha explicado el plan que existe para que nuestro país consiga un cierto grado de independencia en la producción de estos semiconductores: "Autoabastecernos puede que sea algo muy osado, pero tener una capacidad productiva que nos permita en cierto modo ser independientes, sí. Eso es algo en lo que estamos trabajando. Queremos que se asienten aquí en España una o dos fábricas que produzcan en masa estos microchips. Con eso sí esperamos poder surtir a nuestra industria en cierto modo. El objetivo es que la Unión Europea produzca el 20% de semiconductores a nivel mundial en 2030. Eso no va a permitir autoabastecerse, pero sí ser independientes".