La psicóloga García Moreno explica la razón por la que deberías ver al menos un partido de Eurocopa
La neuropsicóloga explica en 'La Linterna' cuáles son los beneficios para nuestra salud mental de ver un partido de fútbol y te sorprenderán
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Han pasado unos días, pero el subidón tras la victoria de España ante Croacia en el primer partido de Eurocopa todavía se mantiene. Cuesta olvidar esa narración de Manolo Lama de los goles del partido que nos dieron los tres puntos.
Ya llevamos unos días de competición y muchos están amoldando su vida para ver los partidos de España y el resto de selecciones. Porque, no nos engañemos, más allá de un deporte, el fútbol es un fenómeno cultural, y, eso, en ocasiones, puede convertirse en un problema.
Si no, que se lo digan a este forofo del Real Madrid, que explicaba en La Linterna el sinvivir que para él supone ver un partido. "Algo que en principio tiene que servir para un buen rato, se convierte en una auténtica pesadilla" comenzaba diciendo.
"Un partido decisivo me genera mucha ansiedad, falta de concentración, no puedo dormir bien e incluso dejo de comer" sentenciaba.
No hay duda de que el fútbol tiene aspectos positivos, provoca un sentimiento de comunidad, da alegrías y nos ayuda a escapar de la rutina, pero cuando la afición se convierte en fanatismo, afecta a la salud mental. Una derrota puede causar tristeza e incluso afectar al estado de ánimo.
"No disfruto, y tampoco hago disfrutar a los que están alrededor, tienen que ayudarme a controlar mis reacciones desproporcionadas" decía este forofo.
Este testimonio no es un caso aislado y por eso nos preguntamos, ¿qué ocurre cuando la simpatía por un club o una selección se convierte en una obsesión? Como siempre, hablamos de salud mental con la neuropsicóloga Aurora García Moreno.
Los efectos negativos de ser un fanático del fútbol
Lo cierto es que no todas las personas que habitan el mundo son aficionadas del fútbol, por lo que nos cabe preguntarnos, ¿qué desencadena vivir el fútbol con tantísima pasión?
Pues la doctora lo tenía claro, y es que se trata de una "combinación de múltiples factores, emocionales, cognitivos y sociales, las creencias arraigadas que creen que su punto de vista es único y el válido, otros que se dejan llevar por la emoción y no la razón, sin tener una información adecuada. También el miedo a perder lo que tienen, otros por falta de seguridad y experiencias pasadas negativas, la falta de empatía y no comprender a los demás" explicaba.
Por supuesto, vivir esto como algo propio y con tanta intensidad, tiene una serie de efectos negativos que pueden ser muy nocivos para tu organismo.
"Puede provocar altos niveles de estrés y ansiedad, cambios en el estado de ánimo según el resultado, tristeza o euforia, tienen mucha incertidumbre por el resultado que puede provocar estrés, que puede ser agudo" comenzaba diciendo.
Eso también afecta a su vida diaria, porque comienzan a "descuidar su trabajo y familia, desarrollan comportamientos obsesivos. Dedican gran parte a seguir al equipo, gasto de dinero y la rivalidad con otros aficionados que desencadena conflictos y agresividad" decía.
Hay que tener mucho cuidado con estas emociones que desencadena la pasión por el fútbol, pero también tiene efectos muy beneficiosos.
La razón por la que hay que ver al menos un partido de Eurocopa
Ser un gran aficionado al fútbol no es, de por sí, algo malo, por lo que también cabe recalcar que tiene consecuencias muy positivas, por lo que es recomendable ver un partido de vez en cuando.
"Tiene beneficios, como la pertenencia a un grupo, da sentido a la identidad, y aleja del aislamiento social. Es un reforzador social porque se comparten experiencias, mejoran las relaciones sociales" decía.
"Es una manera de hacer nuevas amistades y a nivel familiar fortalece los vínculos, favorece el estado de ánimo porque sientes satisfacción y bienestar, si hace un buen partido reduce estrés. Si no se gana, se aprende resiliencia".
Pero, ¿qué pasa en nuestro cerebro cuando vemos un partido? "Hay estudios que manifiestan que estas personas tienen diferentes patrones de activación cerebral en un partido, como las neuronas espejo hacen que esa actividad estimule el sistema nervioso tal como lo haría si la propia persona hubiera realizado la jugada, segrega dopamina" comentaba.
Esto tiene una contrapartida, porque "el cerebro se acostumbra y lleva a buscar experiencias similares. Cuando pierde, tristeza y enfado y provoca cortisol, que es la hormona del estrés, más serotonina, provocando ansiedad y a veces depresión".
¿Cómo podemos ayudar a estas personas? Pues lo cierto es que ayudándoles a tener más autocontrol y autogestión, que "identifiquen esas emociones y las manejen, y les damos estrategias para manejar el estrés, que mejoren las relaciones, y fomentar comprensión y empatía".