Ryan Hartwig desvela su día a día como moderador de Facebook: "Nadie te prepara para ver vídeos de torturas"

La Linterna descubre la realidad de los revisores de contenidos digitales: miles de personas cuyo trabajo es ver cada día imágenes de extrema violencia y lo peor del ser humano

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Cuando subimos una historia, una imagen o un vídeo a redes sociales, tan solo es necesario editar tu contenido y darle al botón de publicar. Casi al instante cualquiera de tus seguidores puede verlo. Pero hay cierta información que es necesaria que pase por un filtro y por una barrera encargada de eliminar el contenido más delicado. Y de ese trabajo se encargan los moderadores de contenido: miles de personas que tienen que ver cada día un reflejo de lo peor del ser humano.

Asesinatos o suicidios en directo: la realidad del moderador de contenido

“Durante su jornada tienen que ver una media de entre 300 y 400 vídeos de contenido altamente violento como asesinatos, suicidios en directos, decapitaciones, desmembramientos, violaciones, zoofilia, pedofilia, pornografía infantil... De lo peor del ser humano”, así lo describe en COPE Fracesc Feliu, el abogado que representa a algunos de los más de 400 trabajadores en Barcelona que se han dado de baja después de estar durante meses viendo este tipo de imágenes en jornadas de ocho horas.

Asesinatos o suicidios en directo: la realidad del moderador de contenido de Facebook

Algunos de estos chicos que empezaron a trabajar en estas grandes empresas jamás se imaginaron que iban a lidiar con este tipo de contenido: “Hay muchas situaciones que son muy violentas de ver si no estás preparado, sobre todo los casos de suicidios o torturas en directo”.

Los efectos de ver a diario imágenes de extrema violencia

Su día a día hizo que esas imágenes se convirtieran en algo normal, hasta el punto que en su cabeza esas violentas imágenes ya no le suponía ningún problema. Sergio García, psicólogo clínico experto en redes sociales, cuenta en COPE que “las imágenes de asesinatos, muertes y violencia son naturalizadas por la persona, de tal manera que le quita importancia y tiene menos sensación de extrañeza cuando esto sucede”.

Para entrar en ese trabajo, no se pedía formación ni experiencia. Pagaban casi dos mil euros, las oficinas eran impresionantes y era meter un pie en Facebook. Pero pronto el sueño se tornó en pesadilla y ni siquiera los psicólogos les echaban una mano: “Ellos explicaban la situación que acababan de vivir y lo que les decían es que hacen un trabajo muy importante para la sociedad y que tienen que imaginarse que eso no es real y que tienen que volver a trabajar”, desvela el abogado de los moderadores de contenido, Farncesc Feliu.

Asesinatos o suicidios en directo: la realidad del moderador de contenido de Facebook

La dureza psicológica exigida en este trabajo ha provocado que muchas personas se den de baja laboral. Algunos incluso han puesto una demanda colectiva porque consideran que la empresa ha vulnerado sus propios derechos. Francesc explica que estos hechos fueron constatados como infracción grave por inspección de Trabajo el año pasado y “por ese motivo decidimos acudir a la vía penal por tres delitos: contra los derechos de los trabajadores, lesiones por imprudencia grave y contra la integridad moral”.

Ryan Hartwig desvela su día a día como moderador de Facebook

Ryan Hartwig trabajó para Facebook durante dos años y era el encargado de revisar y borrar grupos, páginas, comentarios y vídeos para la red social en Latinoamérica. Ryan desvela en La Linterna como era su día a día como moderador de contenido: "Tenía dos pantallas y revisaba uno a uno los contenidos. Yo tomo la decisión de borrarlo o dejarlo en la plataforma". Ryan explica cuáles son los contenidos que le aparecen: "Las publicaciones llegan a mi pantalla porque alguien lo ha reportado o porque la inteligencia artificial ha detectado algo de su contenido. Yo reviso las normas de Facebook y tengo 2 minutos como máximo para tomar una decisión".

El exmoderador de contenido recibía publicaciones de todo tipo: "Acoso escolar, pornografía infantil, pueden ser memes, niños cortándose las muñecas, vídeos de torturas... Es una gran variedad de cosas las que vemos". Y asegura que "nadie está preparado". Debido al contenido de violencia extrema al que están expuestos, la ayuda profesional es fundamental. "Teníamos psicólogo 24 horas al día. Todos los días teníamos 10 minutos para utilizar el psicólogo. Yo lo hice dos años y lo soporté, pero había una amiga de Florida que se suicidó".

Ryan cuenta que, cuando se encontraban con contenido delictivo, se reportaba a la Policía y, por ejemplo, en casos de conductas suicidas o de autolesiones, enviaban recursos de ayuda directamente a esa persona. Aunque estuvo dos años, asegura que no le afectó de forma personal haciendo uso de una técnica, también dañina: "Me enseñaron es no sentir empatía por las imágenes y pensar que estaba viendo una película. Fue muy difícil".