El caso Huawei o la guerra comercial entre Estados Unidos y China

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Llevamos semanas hablando de la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Llevamos semanas escuchando lo que podría pasar si no se llegaba a un acuerdo. Pues bien, la primera batalla de la guerra ha comenzado a librarse hoy. El protagonista es el gigante tecnológico chino Huawei. Las principales empresas tecnológicas de Estados Unidos - entre las que se encuentra Google - dejarán de vender componentes y software a Huawei. Se trata de una nueva vuelta de tuerca después de que Donald Trump declarara una emergencia nacional para prohibir a las compañías estadounidenses hacer negocios con empresas que supuestamente intentan espiar al país. Hoy en nuestro 'Tema del día' vamos a tratar de responder muchas preguntas. Desde las más evidentes: ¿Qué supone esta decisión para los usuarios de Huawei? a las más complejas: ¿Qué hay detrás de esta decisión?

Seguro que te estarás haciendo muchas preguntas porque esto, al margen de ser una gran batalla de una guerra comercial, te afecta directamente. Vamos a tartar de resolver algunas dudas. Elena Rifá es profesora de informática de la Universidad Oberta de Cataluña.

Y para profundizar en las consecuencias de esta guerra comercial hemos pedido el comodín del experto Miguel Ángel Sánchez es director Master de Comercio Internacional de la Escuela Europea de Negocios.

El caso Huawei es la punta del iceberg. Es una batalla de una guerra entre las principales potencias económicas del mundo. Huawei y China pueden ser el primero de muchos capítulos. Estados Unidos tiene varios frentes abiertos y uno de ellos es Europa. Ya lo demostró Trump alentando el Brexit, no quiere una Europa fuerte. Y en este punto entra Boeing, que es clave en el pulso entre Estados Unidos y Europa tras los dos recientes accidentes de los 737 Max. Así se explican los órdagos de Trump y es que como le escuché a alguien que sabe mucho de esto la diplomacia está cambiando y ahora las amenazas no son militares, son comerciales y las consecuencias aunque incruentas pueden llegar va ser mucho más devastadoras.