La frase del director de ¡HOLA! que convenció a Julio Iglesias para casarse con Miranda tras 20 años de relación: "Se lo dijo en el lecho de muerte"

La historia de amor entre Julio Iglesias y Miranda Rijnsburger, marcada por la discreción y los giros inesperados, añade un nuevo capítulo revelador. Durante una entrevista en La Linterna de COPE, el periodista y escritor Ignacio Peyró, autor del libro El español que enamoró al mundo: Una vida de Julio Iglesias (Libros del Asteroide), desveló el conmovedor episodio que llevó al artista a contraer matrimonio con su pareja en 2010, tras 20 años de relación y cinco hijos. La clave: una petición en el lecho de muerte de Eduardo Sánchez Junco, director de la revista ¡HOLA! y amigo íntimo del cantante.

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El lado más personal de Julio Iglesias

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 Un matrimonio tardío y lleno de simbolismo  

Julio Iglesias y Miranda Rijnsburger se conocieron en 1990 en el aeropuerto de Yakarta, un encuentro fortuito que el artista describió como “mágico”. A pesar de formar una familia numerosa, con los hijos Miguel, Rodrigo, las gemelas Victoria y Cristina, y Guillermo, la pareja pospuso durante años la formalización de su relación. “Nos sentíamos casados sin papeles”, confesó en su día el cantante. Sin embargo, en agosto de 2010, decidieron dar el paso en una ceremonia íntima en Marbella, rodeados solo de sus hijos y el sacerdote Luis de Lezama.

Hasta ahora, se atribuía esta decisión al deseo de los hijos de ver a sus padres unidos legalmente 4. Pero Peyró reveló en La Linterna un motivo más profundo y emocional: la intervención de Eduardo Sánchez Junco, director de ¡HOLA! y figura clave en la vida del artista. “Cuando Junco estaba en el lecho de morir, le dijo a Julio: ‘Arréglate sacramentalmente, cásate con Miranda, bautiza a los niños… Hazlo por mí’”, relata el escritor. El cantante, conocido por su lealtad hacia sus allegados, cumplió la promesa en menos de un mes tras el fallecimiento de Sánchez Junco.

 La influencia de Eduardo Sánchez Junco  

Sánchez Junco no fue solo un director de revista; fue un amigo que acompañó a Iglesias en momentos clave, desde su relación con Isabel Preysler hasta su consolidación con Miranda. La revista ¡HOLA!, bajo su dirección, documentó décadas de la vida del artista, desde sus escándalos hasta sus triunfos 212. “Era una figura paternal para Julio, alguien cuyo consejo valoraba enormemente”, explica Peyró durante la entrevista con Ángel Expósito.

La petición de Sánchez Junco iba más allá de lo simbólico. Para él, el matrimonio representaba la consolidación de un legado familiar, especialmente para los hijos de la pareja, que entonces tenían entre 3 y 13 años. “Era una forma de darles estabilidad y reconocimiento social”, añadió Peyró. Miranda, por su parte, siempre se mostró indiferente ante la formalización, pero aceptó el gesto como un acto de amor y respeto hacia su pareja.

 Una boda íntima y cargada de emociones  

El enlace, celebrado en la parroquia de la Virgen del Carmen de Marbella, fue tan discreto que ni siquiera los amigos más cercanos del cantante fueron avisados con antelación. “Hasta bien entrada la tarde no empezó a llamar a sus amigos para decirles que se había casado”, recordó el padre Luis de Lezama. Miranda vistió dos trajes blancos de Oscar de la Renta, mientras Julio y sus hijos optaron por tonos claros, en una escena que ¡HOLA! captó en exclusiva.

La ceremonia religiosa fue seguida por una misa de acción de gracias en la capilla privada de su finca en Ojén, donde los niños, emocionados, abrazaron a sus padres. “Mis hijos entendieron el significado de este momento”, declaró entonces el artista. Para Peyró, este episodio refleja la faceta más humana de Julio Iglesias: “Es un hombre que, pese a su imagen pública, siempre ha priorizado a su familia y a las promesas hechas a quienes ama”.

 El legado de un amor perdurable  

Tres décadas después de su encuentro, Julio y Miranda siguen siendo un ejemplo de complicidad. Aunque él reside principalmente en República Dominicana y ella en Miami, su relación se mantiene sólida, basada en el respeto y la libertad que siempre pactaron. “Ella aceptó sus condiciones, y él encontró en Miranda la paz que nunca tuvo”, señaló Peyró.

La historia de su boda, ahora enriquecida con este nuevo detalle, confirma cómo los lazos personales y las lealtades íntimas marcaron la vida del artista. Eduardo Sánchez Junco, con su última petición, no solo cerró un capítulo de su amistad con Julio, sino que le dio a la familia Iglesias-Rijnsburger un símbolo de unidad que perdura hoy. Como resumió el cantante en su día: “No fue por obligación, sino porque era el momento justo”.