Expósito, sobre Afganistán: "Aquello era la guerra total y durante años no quisimos contarlo"
El director de La Linterna, Ángel Expósito, cuenta la reanudación de las negociaciones de paz entre Afganistán y los talibanes y recuerda sus tres visitas a este país
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¿Quién sabe? Quizás 19 años después de que cambiara el mundo, vuelva la paz o aparezca la paz en Afganistán. 19 años desde aquel 11 de septiembre y casi sin pena ni gloria ha pasado la noticia de que se reanudan las negociaciones de paz entre el Gobierno de Afganistán, los talibanes, se va a hacer en Qatar con presencia de EEUU a modo de notario.
¿Qué pasa? Es cierto que viendo los posibles firmantes uno tiene que fiarse lo justo. Pero al igual que estamos hartos de dar malas noticias... ¿Quién sabe? Igual ahora funciona y aunque sea con estos, llega la paz.
He tenido la suerte de estar tres veces en Afganistán. Recuerdo aquella imagen, las primeras mujeres con burka. Recuerdo aterrizajes terroríficos, recuerdo aquellos paseos en el blindado por el centro de Kabul. O el viaje en aquel Cougar que se estampó una semana antes del accidente. Y recuerdo cuando Paco, un sargento me dijo: Por favor, cuando llegues a España, cuenta lo que hacemos, pero cuenta la verdad.
Por cierto, alrededor de 100 soldados españoles han muerto por aquella guerra. Dos guardias civiles, dos policías, dos intérpretes nacionalizados. Convendría recordar que aquello era la guerra total, solo que aquí en España durante años y años no quisimos contarlo.
Estas son las negociaciones a las que hace referencia Expósito
El 12 de septiembre de 2020 pasará a la historia como el día en que el Gobierno afgano y los talibanes se sentaron por primera vez juntos en una mesa de negociación con vistas a poner fin a más de dos décadas de conflicto. Pese a lo histórico del momento, muchas son las incógnitas y los desafíos que deberán afrontar ambas partes antes de sellar eventualmente la paz.
En primer lugar, las conversaciones llegan con seis meses de retraso con respecto al calendario que los talibán habían pactado inicialmente con Estados Unidos junto con su acuerdo de paz del 29 de febrero en Doha. La reticencia del Gobierno afgano a liberar a los 5.000 prisioneros talibán contemplados en dicha hoja de ruta fue el primer escollo, al que se sumaron también los problemas a nivel político en Kabul, principalmente a la hora de conformar el equipo negociador.