Una de las paradojas o muchas de las paradojas de esta campaña electoral la hemos visto cuando Pablo Iglesias se puso a repartir su programa electoral en un “constitucioncita”. En un librito al más puro estilo Maduro. El que tuvo, retuvo.
Así que vamos a jugar unos minutos a la hemeroteca. Mejor dicho a la fonoteca de Pablo Iglesias. Porque sigue llamando a la movilización ahora desde su casoplón porque tira de Constitución a la vez que defiende el chavismo y porque habla del control a los medios. Él, el de La Tuerka, el de Hispan Tv con las compañeras cubiertas con un velo.
Un Pablo Iglesias que puede pegarse una leche impresionante, según dicen las encuestas, que va a morir de éxito antes de alcanzarlo, pero que, lo que son las cosas, puede ser vicepresidnete del Gobierno. Bonita manera de tapar un fracaso o al menos eso vaticina el CIS. Al lío.
Hace un par de años, Herrera y yo le entrevistamos en la Puerta del Sol. Le pregunté directamente si ante Rajoy o Zapatero si prefería antes a Hugo Chávez que a Rajoy o a Zapatero. En cuanto al orden, a los acosos, ahora qué tanto se queja de haber sido espiado por Villarejo y claro, hablando de espias me imagino el marrón que supone para los dos guardias civiles en la puerta de su casa 24h al día.
Y ya puestos la calle, la ocupación, el anti sistema y para anti sistema, por supuesto, no hay nada como liarla en las instituciones. Hablando de medios, este audio mola mucho. Pablo Iglesias en estado puro. Toma libertad de prensa.
Y ahí está el tío. Repartiendo constituciones, dando lecciones como siempre, sentando cátedra y mirándonos por encima del hombro, ¡menudo es!, dispuesto a cogobernar España como ministro de lo que sea, junto a Pedro Sánchez. Todos progresistas, reformistas y feministas.