Centrales nucleares: Por lo que Europa apuesta y nuestro país olvida

Tras el anuncio francés, España se desmarca y defiende el cierre de las centrales nucleares entre 2027 y 2035

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Desde hace meses seguimos soportando la escalada interminable del precio de la electricidad. Récord sobre récord sin que el Gobierno haya sido capaz de ponerle freno. Hay un asunto que siempre es impopular. El debate de la energía nuclear. Aquí, en España, a día de hoy se mantiene apartado. La Comisión Europea propone que el gas natural y la energía nuclear sean consideradas "sostenibles". España, sin embargo, se opone a que las inversiones en cualquiera de las dos fuentes en liza sean calificadas como inversiones sostenibles

Primera parada: Francia. En noviembre, de la mano de su presidente Emmanuele Macron, el país galo anunció que desarrollaría nuevos reactores. La diferencia con España es evidente. Mientras que en nuestro país hay 47 millones de habitantes y 7 reactores, en Francia tienen una población de 67 millones de habitantes y más de 50 reactores.

Al otro lado de la balanza se encuentran países como Alemania, con el cierre definitivo de la actividad nuclear en 2022. Mientras, aquí en España, no solo no hay intención de reabrir el debate nuclear, si no que tampoco hay ningún proyecto en marcha. La postura del Gobierno es clara: las cinco centrales que continúan en funcionamiento tienen los días contados. Recordemos el cierre de la central de Zorita, en Guadalajara, en el año de 2006. También la de Garoña, en Burgos, en 2017, y se espera cerrar las restantes de aquí a 2035.

Lógicamente, como te puedes imaginar, el anuncio francés ha sido recibido por los brazos abiertos por el sector nuclear español. Así lo ve Héctor Dominguís, presidente de la Sociedad Nuclear Española: ''Nos alegra escuchar que se hable de construcción de nuevos reactores en Europa. Con países como Francia, efectivamente, pero también otros como Finlandia, Reino Unido y Eslovaquia que tienen nucleares en construcción. Otros países como Hungría y Polonia se están planteando construir nuevas centrales. Vemos que son una clara muestra del reconocimiento a una energía clave en la lucha contra el cambio climático y que es estratégica para garantizar el suministro y la independencia energética de un país''.

Las centrales que hay vigentes aportan a día de hoy aportan más del 20% de la energía que consumimos. Eso sí, los distintos expertos coinciden en que la prioridad debería ser mejorar las centrales nucleares que todavía continúan en funcionamiento. ''Sería lo más interesante alargar la vida de las que todavía están. En estas centrales se están renovando los equipos y aunque tengan 40 años pueden operar mucho más tiempo'', explica a COPE Juan Pedro Sánchez Yebra, presidente de la Asociación Española de Municipios en Áreas con Centrales Nucleares.

Sánchez Yebra cree que lo ideal es que haya un “mix energético” en el que, por supuesto, la energía nuclear esté presente. A final de cuentas, la presencia de centrales nucleares en los pueblos siempre ha generado debate. Mientras algunos se niegan a vivir al lado de una, otros ven en su construcción una oportunidad. Así love Berta. Es una vecina de la localidad cacereña de Almaraz. En el municipio hay una central nuclear con dos reactores. ''La gente que trabaja allí acaba viniendo a Almaraz. Es una manera muy beneficiosa para los negocios ya que nos trae muchísima gente. Además, las centrales nos dan mucho dinero tanto a nosotros como a otros de la zona''.

Al otro lado de la moneda se encuentran los ecologistas. Su principal argumento es que la energía nuclear es peligrosa. Que podría provocar accidentes demoledores que dejan las zonas afectadas para siempre como, por ejemplo, Chernobyl. Y que, aseguran, desmontan el argumento de que se trata de una energía limpia. ''Es una fuente de energía más problemática. Es una energía muy peligrosa, muy costosa y que deja un legado radioactivo que puede durar miles de años'', cuenta José Luis García, responsable del programa de cambio climático de Greenpeace.

Desde esta asociación aseguran que depender de la energía nuclear a la larga sería hasta cinco veces más caro que apostar por las renovables. El debate sobre la energía nuclear está servido aquí y en la propia Unión Europea y tendremos que esperar para saber si España se desmarca totalmente de países como Francia o, por el contrario, le da un giro a su política nuclear.