España evita la recesión económica, pero con un crecimiento inferior al de antes de la pandemia

En 'La Mañana de Fin de Semana de COPE' analizamos con diferentes expertos la situación de la economía española

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

La economía española, por el momento, sortea la recesión económica. Esa palabra que durante meses nos repitieron tanto los analistas: “es inevitable”, decían. Según el Centro de Políticas Económicas de ESADE, había un 90% de posibilidades de que España entrase en recesión. Pero, por suerte, se ha cumplido ese otro 10%. Así lo constatan los datos de crecimiento económico de 2022 conocidos esta semana, que muestran como la economía española creció un 5,5%. Aunque seguimos sin recuperar niveles prepandemia, los datos nos invitan a mirar el futuro con algo más de optimismo del que teníamos el pasado verano cuando la crisis energética amenazaba con un otoño y un invierno con restricciones y una recesión que como hemos comentado, no es como se esperaba.

En verano, el megavatio hora de gas en el mercado holandés, el referente en Europa, se pagaba en torno a 200 euros, y ahora ronda los 55. Los expertos del Banco Mundial estiman que los precios de la energía se reducirán un 11 % en 2023. Esta contención del precio del gas, junto con la excepción ibérica y las condiciones meteorológicas explican que el precio medio de la factura de la luz haya descendido notablemente en las últimas semanas. Una tendencia, que según Francisco Valverde, experto energético, se mantendrá en los próximos meses. De hecho, el pasado verano se hablaba incluso de problemas de abastecimiento.

Otra de las claves de cara a los próximos meses es la inflación. Cerramos diciembre con un incremento global del 5,7%. Sin embargo, la subyacente, la inflación que excluye los productos más volátiles como la energía y los alimentos, sigue creciendo con fuerza y ya está en el 7%. Un dato que, según los expertos consultados por COPE, seguirá en esos niveles al menos hasta primavera. Y relacionado con este dato está el encarecimiento del precio del dinero. Como había que bajar la inflación, tanto la Reserva Federal como el Banco Central Europeo iniciaron una subida de los tipos de interés. Subidas de tipos que han hecho subir el Euríbor, que es el índice por el que se rigen la mayoría de las hipotecas, al entorno del 3,5%. José Ignacio Conde, analista de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada, FEDEA, cree que esas subidas se irán moderando durante las próximas semanas.

Estas subidas se van a notar en el mercado inmobiliario. La compra de viviendas de noviembre, último mes del que tenemos datos, creció un 10,8%. Ahora bien, los expertos dicen que es muy probable que durante los próximos meses el mercado comience a plegarse, provocando una reducción de las compraventas y un enfriamiento de los precios durante 2023.

Parece que los peores presagio van quedando atrás, pero hay que tener prudencia. De hecho, Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, sostiene que las expectativas muestran una fuerte desaceleración respecto al año pasado, tanto económica como laboral. Y así lo constata la Encuesta de Población Activa del cuatro trimestre del año pasado, que hemos conocido esta semana. Donde se observa que la creación de empleo sigue frenándose. En el cuarto trimestre de 2022 se destruyeron casi 82 mil empleos, algo que no sucedía en un cuarto trimestre de 2017.

Aunque el año cierra con 278 mil 900 afiliados más y los cotizantes se mantienen en máximos, rozando los 20,5 millones, en esta recta final del año hay 43 mil 800 parados más. La cifra total supera los 3 millones y la tasa de paro es del 12,9%, apenas 4 décimas menos que en 2021. En La Mañana del fin de semana ha estado Florentino Felgueroso, experto en mercado laboral e investigador de FEDEA, quien ha explicado que son datos similares a los de finales de 2019.

El empleo público es el que tiró de las contrataciones en la recta final del pasado año. Hemos perdido más de 100 mil autónomos en un año y los hogares con todos sus miembros en paro han vuelto a superar el millón. Se han alcanzado máximos históricos en el número de trabajadores indefinidos, que ya son 14 millones. Pero se ha registrado una caída del empleo a tiempo completo.

La crisis derivada de la guerra de Ucrania no está siendo tan dura como se pensaba, pero la incertidumbre sigue siendo extraordinaria. Nos quedan meses aún complicados por delante y habrá que ser muy prudentes.