La modernización en la administración pública: ventaja para unos, verdadero problema para otros
Para quien controla las tecnologías es una mejora evidente, pero en nuestro país hay muchas otras personas que no se manejan con soltura en este terreno.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Los trámites burocráticos son necesarios pero a la vez para muchos un quebradero de cabeza. Suponen horas y horas en oficinas, colas infinitas, etc...unas situaciones que todos, más jóvenes o más mayores, en algún momento tenemos que afrontar a lo largo de nuestra vida. Para evitar todo esto, la administración pública, desde hace ya años, se ha ido modernizando. El objetivo es simplificar estos procesos para el ciudadano y ahorrar tiempo. Para quien controla las tecnologías es cierto que es una mejora evidente, pero en nuestro país hay muchas otras personas que no se manejan con soltura en este terreno. Para ellos puede suponer un verdadero problema.
Posiblemente el que más dolores de cabeza provoca es la declaración de la renta. Y ahora que se está modernizando mucho más. Según los datos de la Agencia Tributaria alrededor del 90% de las declaraciones se realizan por Internet. Se puede hacer hasta por el móvil, a través de la aplicación. Lo más común: por la web. Para algunos es muy cómodo simplemente a golpe de click poder presentar la declaración y evitar tener que ir a una gestoría o a las oficinas de hacienda.
“A mi personalmente me parece que una vez tienes la clave electrónica es muy cómodo, rápido e intuitivo”, asegura María de 29 años. La pregunta es: ¿que pasa con aquellos que por edad o por simple capacidad no pueden hacerlo? Ana, de 54 años, es un claro ejemplo: “Estoy hasta el moño. Es dificilísimo. Prefiero hacerlo como toda la vida porque por Internet además no me fío”.
Esa es otra de las claves: la desconfianza que genera para todos aquellos que están alejados del mundo tecnológico. Sin embargo expertos como Enrique Larriba, de Mollitiam Industries, afirman que es muy difícil que ocurra, y en caso de que suceda, la solución más rápida y segura es ir a la Policía para dejar sin efecto esas claves o datos que nos han robado. Consejos básicos: no abrir correos ni mensajes desconocidos, comprobar mediante otros medios la fuente de dichos mensajes, y sobre todo, utilizar el sentido común y no creer que por arte de magia nos van a regalar dinero, coches o viajes. Ese es el método más utilizado por los delincuentes y a la vez, el más efectivo.