Ángel Correas: "Cuando llevamos un mes de estado de alarma, llegan las mascarillas como medida estrella"

- 2 MIN

Da bastante que pensar el hecho de que, ahora mismo, veamos como algo positivo una cifra de 605 fallecidos en las últimas 24 horas. La paradoja refleja el drama de la situación que afrontamos como sociedad. Y es que la cifra sigue siendo dantesca, terrible, pero sin embargo es la más baja de los últimos 17 días y está lejos de los más de 900 muertos de hace exactamente una semana, de los datos del pasado viernes.

Si, 605 muertos no hace que podamos presumir de nada, es una tragedia. Miles de familias afrontan estos días el duelo confinados, pero puestos a buscar los hilos de esperanza es cierto que la famosa curva ha comenzado a bajar y que el esfuerzo que estamos realizando millones de españoles tiene un reflejo en el frenazo al virus.

605 muertos no hace que podamos presumir de nada, es una tragedia

Son 158.000 casos confirmados. Los casos sin confirmar pueden ser bastantes más. Lo mismo ocurre con la cifra real de fallecidos, esa, tardaremos más en saberla. Actualmente superamos los 16.000 muertos. Lo dicho, inasumible pero quedan pocas opciones que no sean las de asumirlo.

Pero toca jugar con los datos oficiales que indican ese freno en la transmisión del COVID 19 y también tenemos el único dato verdaderamente positivo, sin doble sentido. El de los recuperados, más de 55.000, el 35% total de los casos detectados.

El hecho de que la famosa curva siga con una tendencia descendente hace que el Gobierno haya optado por levantar las restricciones a los trabajos no esenciales. Una decisión que el Gobierno ha tomado por su cuenta, sin consultar al comité de expertos que (él mismo) ha nombrado.

Desde esta media noche pueden volver a trabajar aquellos que se tuvieron que quedar en casa parados hace un par de semanas ante la imposibilidad de acudir físicamente a su puesto de trabajo. Por ejemplo, los trabajadores de la construcción. En la práctica la medida empezará a tener efecto este lunes con el final de la Semana Santa y Sanidad ha elaborado una guía de buenas prácticas en la que pide turnos escalonados, acudir al puesto de trabajo andando o en transporte privado y si hay que usar el transporte público que sea dejando bastante espacio entre un viajero y otro. Sin embargo, la medida estrella es la de repartir mascarillas.

Eso sí, no especifica el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ni cuántas mascarillas, ni de dónde las van a sacar porque hace una semana estaba peleando el Gobierno en los mercados por conseguir precisamente este material.

Lo cierto es que cuando ya llevamos un mes del estado de alarma, ahora, llegan las mascarillas como medida estrella. Al inicio de esta crisis era un elemento que se descartaba como algo eficaz para protegerse del virus. Igual que lo zapatos, no importaba meterlos a casa y ahora recomiendan dejarlos en la puerta.

Temas relacionados