Ángel Correas: "El paciente cero del coronavirus de Italia fue al hospital y le dijeron que tenía gripe"

- 3 MIN

Hace un par de meses parecería ciencia ficción un titular como este pero el Gobierno Italiano ha aislado a casi 50.000 personas por el coronavirus chino, una medida que afecta a 10 poblaciones en las regiones del Véneto y Lombardía en las que 250 personas están cuarentena. Italia, además, ha registrado ya dos muertes, la primera de un ciudadano europeo, un hombre de 78 años en Padua

Italia ha confirmado 28 contagios. El “paciente cero” de este brote italiano, sería un joven de 38 años que contrajo el virus de una amigo que había vuelto de China en enero y que había dado negativo en las pruebas. Sin embargo y a partir de ahí, 15 casos más.

Esta sería la secuencia del contagio en Italia que investiga la Organización Mundial de la Salud. Este hombre (el paciente cero) acudió al hospital y le dijeron que tenía gripe, volvió al día siguiente y ya le diagnosticaron el coronavirus.

Desde que visitó a su amigo, del que supuestamente se contagió,  hasta que ha sido diagnosticado, este joven ha acudido a su trabajo, ha participado en dos carreras populares, ha jugado varios partidos en un equipo de fútbol y ha ido a varias cenas de empresa. Su mujer, embarazada, también ha dado positivo.

En el foco de este coronavirus, China anuncia otro centenar fallecidos pero asegura que el número de contagios se ha reducido drásticamente. Hablamos de una cifra global de contagiados que ha superado esta noche las 76 mil personas en todo el mundo. En las últimas horas, se ha abierto un nuevo frente en Corea y otro en Irán.

Mientras el coronavirus sigue ocupando titulares. En Europa se discute por dinero. Mucho dinero. Fracaso es la palabra que resume el encuentro que durante casi 30 horas ha mantenido reunidos a los líderes europeos en Bruselas para alcanzar un acuerdo con los presupuestos de la Unión, tras el Brexit.

Varios Paises, como Holanda, Dinamarca o Suecia abogan por recortar el dinero destinado a las ayudas al campo (PAC), unas ayudas que perciben principalmente Francia, España e Italia. Claro, quienes quieren pasar la tijera por la PAC, no son precisamente los países con mayor extensión agrícola. Piden recortar por ahí porque no les afecta o les afecta poco.

Frente a ellos, el bloque que encabezan España y Francia y que reclaman que se mantenga esa solidaridad.

Al final, es lo de siempre, cada uno llega con el “qué hay de lo mío” pero esta vez sin el dinero que aportaba el Reino Unido, 75.000 millones. Así que se hace obligado a revisar a la baja el presupuesto y esto se traduce en que se ha propuesto reducir, por ejemplo, esos fondos para la Política Agraria Común entre un 12 y un 14%. Sería malo, muy malo para España que es el segundo receptor europeo de estas ayudas por detrás de Francia.

Más vale que se pongan soluciones porque el campo español ha roto la baraja y ya no admite faroles

Precisamente la frase del presidente francés Emmanuel Macron es bastante ilustrativa, “las ayudas agrarias no pueden pagar el Brexit”.

Europa no se enfrenta solo al reto de elaborar un nuevo presupuesto sino que tiene que redefinir los papeles de cada país tras la salida del Reino Unido y en eso están, por ahora sin acuerdo.

Europa tiene que redefinir los papeles de cada país tras el brexit

Tan alejadas están las posiciones de unos y otros que la mejor solución ha sido la de bajar el cierre de la reunión y darse un poco de tiempo sin poner fecha fija para otra reunión. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha limitado a decir que la propuesta de recortes que plantea Bruselas es decepcionante y la alternativa se ha quedado corta. Lo malo es que en el campo español ya no quiere lamentos sino soluciones.

El Gobierno ha entrado en la fase de las promesas. El presidente ha anunciado que el próximo aprobará un real decreto ley para responder al sector del campo en el que se incorporarán "soluciones desde el punto de vista de la transparencia y del control de precios en la cadena alimentaria”. Más vale que se pongan soluciones porque el campo español ha roto la baraja y ya no admite faroles.