Ángel Correas:"Sánchez sigue sin aclarar por qué ha vuelto a confiar en la misma empresa de los test fallidos"

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Hace justo una semana, a esta hora contábamos que Italía había cesado toda actividad no esencial. 7 días después en España estamos contando exactamente lo mismo.

Lo ha anunciado esta noche el presidente del Gobierno y se aprobará  en un Consejo de Ministros extraordinario. España suspende toda actividad no esencial durante 11 días, al menos. Desde mañana lunes 30 de marzo y hasta 9 de abril, ambos incluido. El objetivo es restringir todavía más el movimiento ciudadano para evitar la propagación del virus.

Una medida a la que el Gobierno tiene que dar forma en estas horas pero que deja una primera cuestión. ¿A qué llamamos servicios y actividades esenciales?

Es un abanico muy amplio. Por ejemplo se considera una actividad esencial una panadería, pero también la industria que genera la harina o la levadura y la empresa que se encarga de la distribución de esos productos sin los que no se puede elaborar el pan.

O, por ejemplo, es una actividad esencial el transporte de alimentos pero también los talleres que pueden arreglar los camiones para ese transporte, si se estropean.

Para entendernos y de modo general, podemos establecer varios grupos.

Las tiendas y supermercados están abiertos así que también permanecerán activas todas las industrias relacionadas con la alimentación, productos básicos o de limpieza e higiene. Por ejemplo, continúan su actividad la agricultura, pesca, ganadería, procesado de alimentos, la producción de materias primas necesarias como la harina o el azúcar, o la fabricación de productos higiénicos y de limpieza

Los mismo pasa con la sanidad. Están abiertas farmacias, ópticas o las clínicas veterinarias y por tanto sigue activa la industria relacionada con los medicamentos o los productos de ortopedia por ejemplo.

Y para transportar todo lo anterior también es necesario que mantengan la actividad el sector del transporte o las fábricas de embalajes y cartones. Así que, estas industrias también seguirán operativas

Evidentemente seguirá activo lo que tiene que ver con la seguridad ciudadana, servicios públicos y mantenimiento de infraestructuras críticas. Las Fuerzas y cuerpos de Seguridad del estado y el trabajo para garantizar el suministro de electricidad, agua o gas. Son esenciales, además, el personal de recogidas de basuras y limpieza pública o el de mantenimiento de carreteras e incluso los trabajadores de las gasolineras que también siguen operativas.

El transporte público seguirá funcionando para llevar a todo este personas de servicios esenciales pero eso sí, verá reducida su actividad.

Y también es un servicio esencial la información, lo medios de comunicación. Los que contamos las noticias, pero también los compañeros técnicos, de mantenimiento, de distribución de prensa, los quiosqueros.

Entonces, ¿qué actividades a partir de ahora quedan restringidas? ¿a quién puede afectar directamente esta medida? Esto también lo tienen que aclarar el Gobierno 

Por ejemplo a la construcción. A las miles de obras que siguen en marcha. Va a afectar a las industrias que no tengan nada que ver con la alimentación o la sanidad. Y particularmente a los trabajadores no esenciales que hasta ahora acudía a sus puestos de trabajo porque no podían hacerlo desde casa. Esos ahora, tendrán que parar.

Eso sí, los que estén teletrabajando, pueden seguir en ello. Lo que se prohíbe ir al centro de trabajo pero no trabajar desde casa.

Y, ¿qué pasa si la medida me afecta y no puedo ir a trabajar?

El Gobierno lo plantea como un permiso remunerado. Así que esos trabajadores que ahora se tienen que quedar en casa, continuarán recibiendo el salario con normalidad pero cuando se levanten las restricciones tendrán que ir devolviendo poco a poco los días que no han trabajado.

A partir de aquí entramos en el campo de la valoración. Y la primera cuestión es si está medida se debía de haber tomado antes.

Hay una cosa clara. España tiene un desgraciado referente, que es Italia y en Italia esta medida se aplicó hace una semana. ¿Podíamos habernos adelantado viendo que seguimos el mismo camino que los italianos? Probablemente si.

¿Hubiera resultado lógico? Probablemente también. ¿La población hubiera entendido la medida hace una semana? Pues no lo sé, pero la hubiera acatado igual que lleva dos semanas en confinamiento. Y aguantamos por el bien de todos.

Y ya que tenemos que aguantar, si hay que hacer las cosas, cuanto antes.

Porque seguimos sin llegar a la famosa curva de la gráfica, seguimos sin alcanzar ese punto de inflexión en el que se reduzca el numero de contagios diarios lo que significaría que el virus está frenando su expansión. El director de Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias sanitarias, Fernándo Simón insiste en que estamos cerca. "Ya estamos llegando", dice.

Es como si los españoles fuéramos niños en un coche preguntando cuanto queda y los padres diciendo, estamos llegando. Uno ya no sabe si es mejor que lo repita constantemente, que estamos cerca, o bien que se calle y cuando estemos realmente en el pico nos despierten y nos digan que ya hemos llegado. El caso el llegar y llegar pronto...

Ojalá sea así, seguro que es así, pero el último dato ha vuelto a ser demoledor; 832 muertos este sábado. La cifra más alta de toda esta crisis y el número de contagios supera los 72.000 en toda España. También aumentan los recuperados, por encima de 12.000 personas dadas de alta.

el Gobierno sigue sin poder esquivar la polémica sobre la compra de 65.000 pruebas rápidas

Sanidad cree que el pico en las Unidades de Cuidados Intensivos llegará a finales de la semana que viene y eso que en regiones como la Comunidad de Madrid y en parte también en Cataluña los hospitales y la gente que trabaja en ellos siguen al límite.

Mientras tanto el Gobierno sigue sin poder esquivar la polémica sobre la compra de 65.000 pruebas rápidas de Coronavirus que resultaron una chapuza. Sigue sin aclarar por qué ha vuelto a confiar en la misma empresa y sigue sin aclarar cuánto costaron esas pruebas que no valen para nada. El presidente Sánchez justifica el error porque ahora mismo es un mercado muy agresivo y dice que ahora lo que hacen falta son soluciones.

Y en este momento, es verdad que importan más las soluciones pero cuando pase este momento alguien tendrá que dar alguna explicación y asumir alguna responsabilidad por la chapuza y por otras decisiones. Zanjar el asunto por el urgencia del momento, vale para eso, para el momento.

Hay respuestas que no podrán seguir en cuarentena cuando superemos esta situación.