LA NOCHE DE ADOLFO ARJONA

Decapitó a la niña Grace Budd, la troceó y se comió partes de su cuerpo

Así actuó Albert Fish, conocido como el 'vampiro de Brooklyn' el asesino más brutal y despiadado del siglo XX

Redacción COPE Málaga

Málaga - Publicado el

6 min lectura

Una vieja casa a las afueras de Nueva York fue el último escenario que contemplaría la niña Grace Budd. Allí la condujo, mediante engaños, un anciano de rostro venerable.

Albert Fish, conocido como el “vampiro de Brooklyn”, la desnudó, para después maniatarla. Ante los constantes gritos de la chiquilla, aquella bestia humana la estranguló hasta la muerte.

Apoyando la cabeza de Grace sobre un bote de pintura, la decapitó. Acto seguido troceó su cuerpo, quedándose con las partes que consideraba más suculentas, lanzando el resto por la ventana. Los pedazos escogidos fueron envueltos en papel de periódico, y trasladados a la pensión en la que Albert Fish habitaba.

Con el pequeño horno de gas encendido, cocinó y devoró lo que quedaba de la niña.

En un gesto de espantoso alarde, envió a la madre de Grace una carta en la que le decía:

“Guisé su rico y delicioso trasero. Tardé nueve días en consumir todo su cuerpo. Pero no se preocupe… murió siendo virgen”.

Así era el modus operandi de Albert Fish, un estadounidense que se convirtió en el asesino más brutal y despiadado del siglo XX. Un hombre aficionado a la tortura y el masoquismo. Un depredador amante del fetichismo. Un animal salvaje al que le gustaba comerse a sus víctimas.

Albert se enfrentó a la silla eléctrica el 16 de enero de 1936. Aseguró sentir morbo por la experiencia. Sus últimas palabras fueron las siguientes: “Este es el único placer que me falta: mi propia muerte… el delicioso placer de morir”.

LA HISTORIA

Albert Fish. Detrás de aquel anciano de rostro amable se escondía a uno de los asesinos más despiadados del siglo XX en Estados Unidos. Apodado ‘El vampiro de Brooklyn’, se acaban de cumplir 95 años del horrible asesinato de la niña Grace Budd.

Nacido en un hogar roto, de niño acabó ingresado en un orfanato donde recibió constantes maltratos. Descubrió que aquellos golpes le generaban placer... tanto los que recibía como los que comenzó a propinar a sus compañeros. Violencia que, con el paso de los años, llegó a generarle un placer sexual. Fue en 1910 cuando cometió su primer asesinato... mató a un hombre. Fue solo el principio.

Alberto de Frutos es autor del libro “En la escena del crimen”, de la editorial Larousse y ha venido a La Noche de Adolfo Arjona para contar la historia de este asesino.

El primer crimen de Albert Fish vinculado con niños se produjo en febrero de 1927.Se llevó a un niño que jugaba en la calle y que nunca apareció, ni vivo ni muerto.

Al año siguiente, tuvo lugar el primer asesinato oficialmente atribuido al vampiro de Brooklyn. Todo comenzó con un anuncio publicado en el diario New York World. 'Lo publicó un joven solicitando un empleo para ayudar a su familia, cuando Fish lo leyó se presentó en su causa con una identidad falsa y se ofreció a contratar al joven para trabajar en su granja' cuenta Alberto de Frutos; 'Grace era una de las hermandas del joven, de la que Albert Fish se encapricho'.

Albert Fish empezó a tomar cierta confianza con la familia Budd por su perverso interés en la pequeña de la casa, una niña llamada Grace. La invitó a la supuesta fiesta de su supuesta sobrina y los padres la dejaron irse con él a su casa. Al día siguiente, denunciaron el secuestro.

Pasaban los años y la policía no lograba dar con aquel anciano que se había llevado a la niña. El caso de la desaparición de la pequeña Grace Budd estaba a punto de archivarse, cuando el inspector que llevaba el caso decidió jugar una última carta. Convenció a un periodista para que publicara un artículo falso en el que se decía que la policía estaba a punto de descubrir al criminal. Sabiendo que era mentira, y espoleado por el amor propio, Albert Fish envió una carta a la madre de la niña...

“El domingo, 3 de junio de 1928, en su casa, Grace se sentó en mi regazo y me besó. Me propuse comérmela. Bajo el engaño de una fiesta, la llevé a una casa abandonada. Cuando me desnudé, ella se puso a llorar y trató de escapar. La sujeté y la desnudé por completo. Al verla patalear, la asfixié hasta la muerte. Luego la corté en pequeños pedazos para poder llevar la carne a mi casa. Guisé su rico y delicioso trasero. Tardé nueves días en consumir todo su cuerpo. Pero no se preocupe: murió siendo virgen”.

Aquella carta ayudó a detener al 'Vampiro de Brooklyn". 'La familia notificó a las autoridades el contenido de la carta y ayudó mucho un símbolo que había en el sobre que pertenecía a una mutua de chófedres de Nueva York' asegura nuestro espcialista; 'esa fue la pista que alertó a la policía para poner rostro a Albert Fish y detenerlo'.

Una vez cazado por las autoridades, Albert Fish confesó el asesinato de la pequeña Grace.

Basándose en pruebas y en la propia confesión del "vampiro de Brooklyn", la policía estimó que Fish había asesinado y devorado a unos 400 niños, aunque solo se pudieron comprobar quince asesinatos. Sin embargo, solo fue juzgado por el caso de la pequeña Grace y del pequeño Billy, el niño al que secuestró un año antes. 'El juicio atrajo la atención popular y la gente se familiarizó con términos como masoqusmo o castración, pero más allá del morbo lo más atractivo fueron las declaraciones psiquiátricas' dice Alberto de Frutos; 'uno de ellos dijo que Albert Fish era el elemento más perturbado con el que se había topado en la vida'.

CANIBALISMO

Albert Fish fue apodado "el vampiro de Brooklyn" porque mataba, devoraba a sus víctimas y bebía su sangre. Una práctica, el canibalismo, de la que hablamos en La noche de Adolfo Arjona con Fran Navarro, historiador y escritor. Además, colabora en la revista “Muy interesante” donde te recomiendo que leas la edición especial “Caníbales: del paleolítico a la actualidad”

Existen tres tipos de canibalismo: el cultural (culturas en las que la antropofagia era o es algo socialmente aceptado), el de supervivencia (el ejemplo más recurrente es el que recreó la película ‘Viven’) y el criminal o patológico, en el que nos vamos a detener. 'En el caso de los criminales dcada caso tiene un motivo o motivos' asegura Fran Navarro; 'en la mayoría de los casos se asocia a una patología, pero no se puede asegurar siempre y en cuanto a los patrones tamposo existe una norma general pero la falta de afecto, le maltrato y los abusos, suelen ser ingredientes comunes en la vida de muchos asesinos y asesinas canibales'.