LA NOCHE DE ADOLFO ARJONA

Kitty Genovese: 38 personas vieron cómo la mataban pero nadie hizo nada por evitarlo

El asesino fue Winston Moseley que dijo que lo hizo porque simplemente le vino el deseo de matar a una mujer

Redacción COPE Málaga

Málaga - Publicado el

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Kitty Genovese terminó su jornada laboral ya bien entrada la madrugada. Montada en su vehículo, se dirigió al barrio en el que vivía. Aparcó, salió del coche, y comenzó a caminar hacia el portal. De pronto, se dio cuenta de que una sombra le seguía. Era un hombre que andaba agazapado, escondiéndose en la penumbra.

Kitty, temiendo por su vida, corrió hacia una cabina telefónica para contactar con la comisaría de policía. Pero el desconocido fue más rápido y la abordó a mitad de camino, acuchillándola en la espalda y en el abdomen.

La muchacha comenzó a gritar… a pedir auxilio… En ese momento se encendieron las luces de varias viviendas, y 38 personas se asomaron a las ventanas para contemplar lo que estaba pasando… pero nadie hizo nada.

El agresor, Winston Moseley, un hombre casado y con dos hijos, que aparentaba una vida modélica, pero que escondía un terrible secreto, se creció ante la pasividad de los vecinos, y aunque había echado a correr, regresó junto a Kitty, y le dio varias cuchilladas en el cuello y en los genitales.

Desde las ventanas seguían mirando. Pero nadie actuó… nadie bajó a socorrer a la chica… y sólo un vecino llamó a la policía cuando todo había pasado, y sin dar una explicación coherente.

Kitty murió debido a las heridas… y su agresor falleció en la cárcel después de pasar 52 años entre rejas.

Pero siempre quedó en el punto de mira aquellos vecinos que vieron la agresión sin actuar… empujando a muchos psicólogos y psiquiatras a estudiar el caso, para intentar explicar un comportamiento tan incívico y cobarde.

El 7 de julio se cumplen 88 años del nacimiento de Kitty Genovese, la victima de Winston Moseley. Nuestro expediente de esta noche es un punto y aparte en el campo de la criminología. Se trata de un solo asesinato… pero de un asesinato que marcó un antes y un después en los Estados Unidos, y que sacó a la luz la pasividad de algunos testigos ante la visión de un crimen. Todo ello ha provocado controversias… y el nacimiento de un término en el que luego profundizaremos…: el “Síndrome Genovese”.

EFECTO ESPECTADOR

Ese término conocido como “efecto espectador” o “síndrome Genovese” ocurre cuando hay personas incapaces de actuar ante una situación de emergencia, porque no tienen a una figura autoritaria que les indique lo que tienen que hacer.

Para saber qué es el ‘efecto espectador’ o ‘síndrome Genovese’ invitamos a La Noche de Adolfo Arjona a Miriam González, psicóloga especialista en emergencias.

Lo primero que queremos saber es si es cierto que ante la falta de una figura que genere autoridad, es normal que el testigo anule la empatía ante el sufrimiento de los demás. 'Hay que diferenciar entre testigos activos y pasivos' dice Miriam González; 'a veces no actuamos por miedo y eso hace que actue la parte más primitiva del cerebro que hace que nos pongamos a un buen recaudo'.

Si esto es así, demuestra que el ser humano es más dado a obedecer a terceras personas, que obedecer a su propia voluntad.

En el caso de Kitty Genovese, hubo un testigo que llegó a poner la radio en voz alta para no escuchar los gritos. Hay perfiles de personas con más tendencia a sufrir el “efecto espectador”. 'Lo podemos sufrir cualquiera de nosotros. Podemos encontrarnos en una situación en la que el miedo nos sobrepase o ser unas persona que no actúe pensando que eso no va con ella' cuenta Miriam.

Algunos especialistas en psicología que estudiaron el caso dijeron que aquel comportamiento fue fruto de la “negación del afecto”, un shock que les había dejado bloqueados y sin capacidad de actuar. Otros dijeron que los ciudadanos estadounidenses estaban tan acostumbrados a consumir violencia en televisión, a través de películas y de series, que no tenían capacidad, en ocasiones, de distinguir entre lo que es real y lo que es ficción.

Es llamativa la pasividad de los vecinos ante una situación así. La agresión no duró menos de media hora, y en todo ese tiempo, nadie intentó hacer nada. Y hay que tener en cuenta que la agresión se produjo en tres partes… un tiempo suficiente para que alguien hubiera ayudado a Kitty.

En una investigación posterior se supo que fueron al menos treinta y ocho los testigos que vieron y oyeron la agresión sin hacer nada. Es más, solamente uno de ellos, y justo cuando el asesino huyó definitivamente, llamó a la policía para avisar del crimen. Cuando llegó la ambulancia ya era tarde. Kitty estaba viva, pero moribunda, y falleció de camino al hospital.

OMISIÓN DE SOCORRO

Vamos a conocer las implicaciones legales en este caso con la ayuda de Ana Olalde, profesora de derecho de la Universidad CEU San Pablo y nos cuenta en que circunstancias se incurre en el delito de omisión del deber de socorro. 'Se incorporó al código penal en 1951, sucede cuando la víctima se encuentra desamparada y en un pelígro manifiesto grave y lo que penaliza es no prestar ese auxilio para evitar o disminuir el peligro' cuenta la profesora; 'pero hay excepciones, porque el propio código penal dice que tenemos que prestar ese auxilio, siempre que podamos hacerlo sin riesgo propio o para terceros'.

La pena por no prestar ese auxilio podría llevar penas de 3 a 12 meses de cárcel.

FIN DEL CASO

Winston Moseley fue detenido algún tiempo después, aunque el motivo fue otro crimen. Aun así, estando en comisaría, confesó el asesinato de Kitty Genovese sin ningún reparo y con todo lujo de detalles… como confesó otros tres asesinatos más, los tres de mujeres… los tres con agresiones sexuales de por medio. Además de eso, había protagonizado ocho violaciones y unos cuarenta robos con violencia.

Dijo que a Kitty la había asaltado porque… sencillamente… le vino el deseo de matar a una mujer.

Los estudios psicológicos determinaron que era consciente de sus actos… Es más, se llegó a la conclusión de que tenía tendencias necrófilas, y que en otras ocasiones había tenido sexo con mujeres ya muertas.

El juez lo condenó a muerte. Y aquí pasó lo mismo que con otros asesinos… Winston se convirtió en un personaje muy popular. Saltó del anonimato a la fama. Desde prisión concedió entrevistas y hubo gente que llegó a confesar que sentía admiración por él.

Winston murió a los 81 años, el 28 de marzo de 2016, en la prisión de Dannemora, en Nueva York.