LA NOCHE DE ADOLFO ARJONA

El futuro que nos esperaría si no existieran las nubes: “Imposible”

En "La Noche de Adolfo Arjona" te contamos por qué son tan importantes las nubes para la vida en el planeta

Yolanda Guirado

Sevilla - Publicado el

2 min lectura

Cuando viajamos en avión, parece que pudiéramos tocarlas. Parecen parte del paisaje. Pero a pesar de sus sinuosas e imaginativas formas, son mucho más que eso.

¿Cuánto pesa una nube? ¿Por qué son tan importantes? O mejor dicho, ¿Cómo son de importantes? A todas estas preguntas ha respondido Antonio Martínez Ron, científico y autor de “Algo nuevo en los cielos” (editorial Crítica), a Adolfo Arjona.

Las nubes están formadas por pequeñas gotitas de agua (líquidas o sólidas). Cada una de ellas por sí misma no pesa lo suficiente para descargar sobre el planeta. Pero cuando se van uniendo, van cogiendo más peso¡Y algunas llegan a pesar más de 1.000 toneladas!

Una nube puede descargar hasta 18 millones de litros de agua

Una nube puede descargar hasta 18 millones de litros de agua

¿Qué ocurre cuando se juntan muchas de estas gotitas de agua? Nos lo hemos preguntado en "La Noche de Adolfo Arjona". Cuando acumulan grandes cantidades de agua adquieren la consistencia suficiente para descargar sobre la Tierra.

Así son. Así se comportan las nubes

Aunque todas parezcan iguales, no lo son. Hay diferentes tipos de nubes. Una nube tipo cúmulo puede contener 300.000 litros de agua. Pero las más grandes son capaces de acumular hasta 18 millones de litros.

¿Para qué sirven estos cristales de agua líquida? Las nubes son capaces de rebajar las temperaturas en un día de mucho calor porque gracias a ellas, un 30% de la radiación solar que llega al planeta queda reflectada.

Nos preguntamos entonces, ¿Qué necesita una nube para formarse? La respuesta nunca habíamos podido imaginarla. Suciedad. En el aire hay partículas microscópicas como arena, polvo, polen, sales marinas… Se les llaman núcleos de condensación. Gracias a esta suciedad, el agua se condensa y es posible la lluvia.

Nunca están quietas

Cuando viajamos en tren y las observamos por la ventanilla, tenemos la sensación de que se mueven. ¿O los que nos movemos somos nosotros? Las nubes nunca están quietas. Como le ha contado Antonio Martínez Ron a Adolfo Arjona, están viajando continuamente por el cielo.

Las nubes altas pueden viajar a más de 300 kilómetros por hora. Las bajas, entre 20 y 40 kilómetros a la hora. Y hay formaciones de nubes constantes a lo largo de varios kilómetros. Por tanto, no resulta fácil determinar cuántos kilómetros o metros podría moverse una nube antes de descargar su agua sobre el planeta.

La pregunta que todos nos hacemos es ¿Realmente son tan importantes las nubes? La respuesta es sí. Un sí rotundo. Tanto que no podríamos vivir sin nubes. Si no hubiera sido por esta configuración del cielo, no se produciría el ciclo del agua y la vida sería imposible. Al menos, tal como la conocemos.

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