Niños asesinos: menores de edad que actúan a sangre fría para acabar con la vida de otros niños

Cuando el pequeño James Patrick Bulger, de dos años, vio las manos extendidas de aquellos dos niños, Robert Thompson y Jon Venables, no lo dudó. En un despiste de su madre, se fue con ellos... se marchó del centro comercial Strand, en Liverpool, y se dirigió con ellos a una zona apartada... cerca de las vías del tren.

Allí, Robert y Jon, de apenas diez años, mostraron su verdadero rostro. Tiraron a James al suelo, le rompieron las manos a pisotones, le tiraron piedras a la cabeza, le patearon la cara hasta levantarle la piel, lo sodomizaron con varios objetos para, finalmente, saltar sobre él hasta reventarle los órganos internos.

Era el 12 de febrero de 1993 y comenzaba así una historia que dio la vuelta al mundo, y que horrorizó a la sociedad británica. Los jueces, comprendiendo la gravedad de lo ocurrido, juzgaron a Robert y a Jon como si fueran adultos. Fueron condenados a cadena perpetua revisable. Nadie entendía cómo unos niños habían sido capaces de semejante atrocidad.

Pero la historia se repitió pocos meses después... el 2 de agosto de aquel mismo año 93. Esa mañana, el neoyorkino Eric Smith, de trece años, secuestró al pequeño Derrick, de apenas cuatro años, y lo llevó a un lugar apartado a las afueras del municipio. En aquel lugar solitario lo golpeó hasta tirarlo al suelo. Después le provocó un traumatismo cerebral lanzándole piedras sobre la cabeza. Quizá aún con vida, lo desnudó y lo violó con un trozo de madera.

Eric Smith, que durante el juicio no mostró ningún tipo de remordimiento, también fue condenado a cadena perpetua revisable.

Tengo que advertir a los oyentes que el expediente que abrimos esta noche es especialmente duro… Estamos ante menores de edad que mataron y agredieron sexualmente a críos de dos y cuatro años. Es imposible de entenderlo, pero son casos reales…

Para aordar este expediente hemos invitado a La Noche de Arjona a Ángela Casáls, profesora de Derecho Penal de la Universidad CEU San Pablo y directora del grado de criminología.

El caso James

Nos situamos primero en Liverpool, Inglaterra. El 12 de febrero de 1993 dos menores de edad, dos niños de 10 años, Robert Thompson y Jon Venables secuestran, abusan y matan al pequeño James, de solo dos años. "Eligieron a su víctima al azar, intentaron embaucar al niño para que los acompañaran, pero no fue algo premeditado".

Por muy asesinos que fueran, en el fondo eran unos niños y debmos suponer que fua facil para la policía resolver el caso y detenerlos. "La que aportó los nombres fue una mujer, maestra de los niños que reconoció las figuras borrosas que aparacían en las cámaras como las de dos de sus alumnos muy problemáticos"

Lo que estos dos niños de 10 años hicieron al pequeño James, de 24 meses… de solo dos añitos, es muy duro de narrar: lo pisotearon hasta romperle los huesos de las manos y reventarle los órganos internos, le arrojaron piedras, lo golpearon en la cabeza con una barra de metal, le pintaron la cara de verde con un spray, lo desnudaron y sodomizaron y, después de toda aquella brutalidad inhumana, dejaron su cuerpo en mitad de las vías para que lo arrollara el tren. "Fue un crimen que conmocionó el mundo, obligó a replantearse las condenas a menores porque fue bárbaro".

A pesar del brutal asesinato que cometieron, tanto Rober como Jon, salieron de prisión. "Salieron de prisión a los 18 años y le dieron otra identidad poque nigún país quería tenerlos".

El caso Derrick

El otro caso que conforma el expediente de esta noche es el asesinato del pequeño Derrick, de solo cuatro años. Fue asesinado de forma despiadada por Eric Smith, de 13 años. Nos tenemos que situar en el 2 de agosto de 1993, en el estado de Nueva York. Sin entrar en detalles demasiado escabrosos... "Eric Smith lo engañó para llevarlo al bosque y fue un plátano lo que hizo sospechar que el autor del crimen había sido un niño".

Eric Smith salió de prisión en noviembre de 2021. "Tenía una agresividad muy fuerte y no conseguía expresar sus emociones, dijeron que si no hubiese sido capturado, habría buelto a matar y pasí 27 años en la cárcel".

El caso Sandra Palo

Esta noche hemos abierto dos expedientes en nuestra crónica negra cuyos asesinos eran menores de edad… Pero no tenemos que irnos a Reino Unido o Estados Unidos para encontrarnos con niños asesinos… menores de edad capaces de matar.

Nuestro país quedaba conmocionado en mayo de 2003… Hace 21 años cuatro jóvenes, tres de ellos menores de edad, asesinaron, violaron y mataron a Sandra Palo, una joven madrileña de 22 años con una leve minusvalía psíquica. En La Noche de Arjona hemos escuchado a su madre.

En aquellas primeras horas de desconcierto, los agentes explican a los padres de Sandra que había sido un camionero quien había encontrado el cuerpo de su hija… Los agentes advirtieron de lo duro que iba a ser el reencuentro con el cuerpo de su hija.

Según recogió el fiscal en sus conclusiones definitivas, fue “una de las muertes más desproporcionadas, viles, inhumanas y sangrantes que existen”.

El secuestro, violación, atropello y quema del cuerpo de Sandra Palo conmocionó a la sociedad española por la crueldad de sus cuatro asesinos y por las edades que tenían.

Francisco Javier Astorga Luque, apodado ‘El Malaguita…tenía 18 años y cinco meses.

Ramón Santiago Jiménez y Ramón Manzano Manzano… ambos de 17 años

Rafael Fernández García, alias ‘El Rafita’ de solo 14 años.

Este último, Juzgado por la Ley del Menor, salió en libertad a los cuatro años del asesinato de Sandra:

Cuando se cumplen 21 años del brutal asesinato de su hija, María del Mar sigue sin poder conciliar el sueño.

Todos los expedientes de nuestra crónica negra nos hacen reflexionar sobre el mal, el demonio que puede alojarse en algunos seres humanos… Pero cuando el que hace el mal, cuando el demonio, toma la forma de un niño… es aún más terrorífico. Cerramos así el expediente de niños asesinos.