LA NOCHE DE ADOLFO ARJONA
La revelación de Toni Nadal a Adolfo Arjona: “Nunca cobré un euro entrenando directamente a Rafa”
El tío y ex-entrenador del tenista, ha contado en "La Noche de Adolfo Arjona" que su hermano siempre quiso pagarle, pero él se negó
Sevilla - Publicado el
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Durante casi tres décadas ha sido el hombre a la sombra de Rafa Nadal. Él lo convirtió en el gran tenista que es hoy. (Aunque seguro que si lo lee, lo negará con la cabeza).
Toni Nadal lleva el tenis en la cabeza. Y el sacrificio en las venas. El hombre que asegura que “perder no es no conseguirlo, es no intentarlo”, descubrió un buen día que su sobrino de tres años tenía aptitudes para el tenis. Lo supo cuando le lanzó la pelota y Rafa fue a buscarla. Aunque quizá ya lo sabía mucho antes.
Y así fue como Toni Nadal se convirtió durante veintisiete años en el entrenador de Rafa. Rafael, como él lo llama. Según le ha contado Toni Nadal a Adolfo Arjona, su forma de relacionarse con Rafa era diferente a la que mantuvo a lo largo de su carrera con otras jóvenes promesas. Y es que Rafa es su sobrino, para lo bueno y para lo malo. Para las 22 victorias en Grand Slam y para las continuas presiones por ser el mejor.
Toni Nadal: "El éxito es solo de Rafa"
Toni Nadal reconoce que al tratarse de Rafa, las victorias sabían diferente. Y también las derrotas: “Tenía muchas más ganas de que a Rafa le fueran bien las cosas, y a veces eso lleva a tensar la cuerda más de la cuenta”.
Y aunque Toni es el hermano de Sebastián (el padre de Rafa), mientras entrenó a Rafa era ante todo el entrenador de Rafa. Eso es algo que la familia siempre respetó: “A nivel deportivo, nunca hubo debates por los entrenamiento de Rafa. Cuando era un niño, yo lo decidía. A medida que fue creciendo, era el propio Rafa el que tomaba las decisiones.”
Para Toni Nadal, el éxito es siempre de Rafa. Lo reitera una y otra vez en esta entrevista en "La Noche de Adolfo Arjona". Él lo tiene claro. “El jugador es el que hace bueno al entrenador. El porcentaje de éxito es casi exclusivo del. Lo que yo hacía era fácil, lo difícil era hacerlo. Y eso lo hacía Rafa.”
Y reconoce: “Es cierto que obligaba a Rafa a llegar al límite. Pero si él no hubiera querido hacerlo, hubiera sido imposible tener éxito. El éxito es suyo.” Así de rotundo se muestra Toni.
La humildad de Rafa Nadal
El entrenamiento de Rafa iba más allá de la técnica y lo físico. Sobre todo cuando era un niño. “Nunca pensé que alguien que consigue un gran éxito por algo tan simple cómo pasar una pelota por escima de una red, fuera alguien especial”. Y eso se lo transmitió a Rafa. Cada día. En cada entrenamiento. En cada torneo.
Desde luego, Rafa Nadal siempre ha sido ejemplo de humildad. Dentro y fuera de la pista. En 2018, Mallorca sufrió unas fuertes inundaciones. Rafa ayudó a retirar el barro y a limpiar en Sant Llorenç des Cardessar. Como uno más. “Era el pueblo de su madre. Está muy cerca del nuestro. Es normal que estuviera preocupado, y quisiera implicarse, lo mismo que hizo mucha gente”.
Según la ATP, Nadal ha ganado dentro de las pistas unos 102 millones de euros. ¿Este beneficio es directamente proporcional a lo que ha ganado su entrenador? “Lo que yo ganaba no era directamente proporcional a sus éxitos. Así lo decidí yo porque era la mejor forma de ayudar a Rafa. Decidí no cobrar a Rafa. No he ganado entrenando directamente a Rafa.” Y reconoce que su hermano siempre se encargó de compensar el gran trabajo que hizo con el tenista.
El adiós
Y llegó el día. Toni dejaba de entrenar a Rafa. Era un 11 de febrero de 2017. La noticia dio la vuelta al mundo. “Entendí que mi aportación ya no era necesaria. Y decidí irme. Vi que Carlos Moyá y su equipo lo estaban llevando muy bien, y asumí que lo mejor era retirarme.” Cuando Arjona le pregunta por su relación con Rafa a día de hoy, solo tiene una palabra: “Impecable”.
Respeto. Civismo. Esfuerzo. Y compromiso. Toni Nadal no concibe otra forma de entender la vida. Se lo inculcó al tenista durante años. Hoy se lo inculca a sus tres hijos. Y a las jóvenes promesas de Rafa Nadal Academy, de la que es directivo: “Yo siempre busqué el éxito profesional a través del desarrollo personal. Entendía que era la mejor forma de alcanzar el éxito”.
Y así fue como Rafa Nadal se convirtió en la gran estrella que es hoy. Sin Toni Nadal no hubiera sido posible. Fue su entrenador. Su mano derecha. Su sombra en la pista. Su aliento cuando no podía más. Su mano en el hombro. Lo fue todo desde que Rafa tenía cuatro años y la raqueta era más grande que él.
Sí, Toni, el éxito también es tuyo.
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