Mujeres discriminadas, el lado oscuro de la maternidad

Nos cuentan sus historias mujeres, que han tenido que lidiar con la discriminación laboral

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Patricia Ortega ha sido la primera mujer general en la Historia del Ejército español. Es la cara más brillante de la inclusión laboral. Sin embargo, en las sombras, están aquellas mujeres que tienen que sacrificar o bien su vida laboral, o bien su vida personal para ser madres. 

María de la Fuente, directora de la unidad de Nano-Oncología del Hospital de Santiago, reivindica desde la Noche de COPE la injusticia a la que se ven sometidas las mujeres científicas: “tenemos que pensarlo dos veces antes de decidir si ser madres y luego buscar el momento perfecto”. Por ese motivo ha puesto en marcha la plataforma “O científica o madre”.

Denuncia la desigualdad laboral a la que se enfrenta: "estoy cobrando menos, unos 4500 euros brutos menos. Es muy frustrante trabajar casi lo mismo y no cobrar igual.”

Insta a la lucha: “tenemos que reivindicar nuestros derechos y entre todas podemos conseguirlo. No hay que renunciar a ninguno de nuestros proyectos vitales ni a nivel personal ni laboral”. 

Carmen Andamoyo, bailarina gaditana, tuvo que dejar su trabajo tras dar a luz. No eran compatibles sus horarios con la exigencia de los ensayos. Un coreógrafo de televisión llegó a despedirla por sugerir si se podían cambiar las horas de las repeticiones. 

Su vida se complicó y tuvo que reinventarse: “estuve bailando hasta que me quedé embarazada y en cuanto tuve al niño la vida me cambió radicalmente. Cuando vas a una audición o casting con un niño te ponen todo problemas”. 

Teresa López, directora del estudio ¿existe penalización por maternidad?, evidencia que las mujeres cobran 5000 euros menos por ser madres: "la desigualdad en españa es doble, es por ser mujer y por ser madre”. 

Resume el problema de la caída en picado de la natalidad. Es un problema social, del que todos somos partícipes: “Un 87% de los jóvenes quiere tener hijos y la maternidad real no coincide con la deseada. No solo es por las empresas, también es por la sociedad que hemos construido”. 

Existe una esperanza, pero hay que realizar muchos cambios con un gran esfuerzo común.