¿Qué locura harías tú por tu equipo de fútbol?
1.200 euros por un colchón hinchable para ir a la final de la Liga de Campeones, ir en un 600 desde Valencia a Sevilla
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Presta atención al siguiente anuncio en una conocida página de alojamientos turísticos: “Se alquila salón con colchón hinchable por 1.200 euros a 10 minutos andando del Wanda Metropolitano”. Y es que este sábado se celebra la final de la Liga de Campeones en Madrid. La juegan dos equipos ingleses: el Liverpool y el Tottenham. Ambos mueven a gran cantidad de aficionados. El caso es que el anuncio ya ha desaparecido. No se sabe si por vergüenza de su autor o porque alguien ya ha reservado el colchón hinchable.
Sea como sea, es la última pero no la única locura cometida en nombre del fútbol. La última, la de dos aficionados del Valencia que viajaron 650 kilómetros hasta Sevilla en un 600 para ver la final de la Copa del Rey que ganó su equipo.
Otro valenciano, Pepelu, este, aficionado al Villarreal, tuvo que correr… ¡133 kilómetros! El Villarreal bajó en 2012 a Segunda División. Este aficionado prometió que, si al año que viene volvía a Primera, él recorrería la distancia entre su casa en Gandía y el estadio del equipo, El Madrigal, corriendo. Y lo hizo. Llegó a El Madrigal justo para ver el primer partido de Liga en Primera. Le ovacionaron y su equipo ganó 2-1 al Real Valladolid.
Todos sabemos que los argentinos son gente apasionada. Quizá sea el país que con más intensidad viva el fútbol. A tanto llegan que son capaces de cruzarse el planeta para ver un partido de su equipo, en este caso, de River Plate. Y no cualquier partido: la final de la Copa Libertadores que se celebró el pasado mes de diciembre en Madrid. Un aficionado viajó desde Nueva Zelanda hasta la capital de España para ver el encuentro. Su amigo llegó a vender su coche para costearse la entrada y el viaje...
Uno de los días más bonitos que una persona puede vivir en su vida es su boda. Pero hay quien ni ese día perdona: en mayo de 2012 Marcos y Neus se casan. Ella canta en la Coral Renaixença de Sant Boi de Llobregat y decide tener este detalle con su flamante marido, un culé empedernido: sus compañeros de agrupación le cantaron una bonita versión del himno de la Liga de Campeones.