Lugares escalofriantes para viajeros que buscan alejarse de los destinos habituales

Viajar está cada vez más de moda. Hay quien prefiere la playa, hay quien opta por la montaña y el turismo rural. Otros eligen destinos culturales y urbanos. Sin embargo hay un turismo un poco alejado del habitual, el turismo dark, destinos que conmemoran desastres y que cuyas historias ponen los pelos de punta.

Miriam del Río, escritora de "Turismo Dark. Destinos con oscuros magnetismos" es una trotamundos que conoce muy bien estos sitios. A diferencia del turista habitual Miriam buscaba destinos que se saliesen de lo habitual y cuyas historias le conmoviesen. Ejemplos de esos lugares son Pripyat, una ciudad fantasma tras el desastre de Chernobil o el hospital de Terrasa, uno de los hospitales con el índice de suicidios más elevados, donde se abandonaban muchos enfermos mentales provocando un ambiente de auténtica psicosis. 

Uno de los viajes que más le impacto a Miriam fue en una isla de indonesia donde los habitantes mantienen a los muertos en su casa durante semanas e incluso meses. Posteriormente les entierran pero al tiempo vuelven a sacar los cuerpos, los lavan y ponen ropas limpias para que los vecinos les recuerden tal y como eran en vida. Además cuando una persona muere se realiza un ritual donde se sacrifica búfalos como ofrenda, dejando las calles con un intenso olor y ríos de sangre. Un espectáculo nada apto para personas sensibles.

Para ir a destinos como estos sin duda hay que buscarse un buen acompante que esté dispuesto a acompar en esa aventura. Sin embargo otras viajeras como Elisabeth Iborra, autora de  "La vuelta al mundo de Lizzy Fogg" optan por viajar solas. Esta escritora ha dado la vuelta al mundo sin más compañía que su espíritu de aventurera. Desde pequeña viajaba con sus padres a muchos países, uando comenzó sus estudios se fue a vivir a Bilbao y posteriormente a trabajar a Londres y desde entonces no paró de viajar y el siguiente paso fue la vuelta al mundo. Elisabeth recomienda relizar esta experiencia sin compañía pues al tener que resolver cualquier problema sola ha aprendido a ser más resolutiva y mirar los problemas con otras perspectivas.