Así consiguió la Policía de Mallorca dar con la furgoneta desde la que arrojaron a un turista alemán
Los periodistas especializados en sucesos, Cruz Morcillo y Pablo Muñoz, han explicado en 'La Tarde' el caso de la muerte de un turista alemán en Mallorca en 2022
Madrid - Publicado el - Actualizado
5 min lectura
El Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Baleares ha necesitado un año para detener a los dos presuntos autores de la muerte de un turista alemán de 20 años. La única pista que tenían los agentes era que los autores iban a bordo de una furgoneta blanca, pero no sabían ni su marca, ni su modelo, ni por supuesto, su matrícula. Los investigadores tuvieron que cribar 100.000 matrículas hasta llegar a ese vehículo, y a partir de ahí poder centrar a los sospechosos, que fueron detenidos la semana pasada y que han ingresado ya en prisión.
Para conocer este caso tenemos que retroceder al 8 de octubre de 2022, eran las diez y media de la noche y desde una furgoneta que iba en marcha por la autopista de Llucmajor en dirección a Palma arrojaron a un turista alemán de 20 años. El periodista, Pablo Muñoz, explicaba que "la víctima estaba inconsciente y quedó tendida en la calzada. Poco después fue arrollada por uno de los vehículos que circulaban por la carretera".
"El conductor no pudo esquivar un bulto, que además en el primer momento no identificó como el de una persona. Como la autopsia demostró que el joven había consumido mucho alcohol, en un primer momento la Policía creyó que se trataba de un accidente, que el chico había cruzado la autopista de forma imprudente y que había sido arrollado en esas circunstancias".
¿Cuándo se supo que se trataba de un asesinato?
En un primer momento, se consideraba que había sido un accidente y no un asesinato, pero la policía recibió una llamada telefónica clave de un testigo que circulaba por la zona y les contó lo que realmente ocurrió, "contó cómo había visto que alguien arrojaba a la víctima a la calzada desde el interior de una furgoneta. Aunque no pudo apuntar la matrícula, aportó una descripción de la misma".
"En ese momento, como es lógico, la investigación dio un vuelco de 180 grados porque estaba claro que ya no se trataba de una imprudencia de una persona que había ingerido mucho alcohol, sino de un asesinato. Lo peor es que el punto de partida de las investigaciones era muy precario, porque no se conocía la marca ni tampoco el modelo de la furgoneta desde la que fue arrojado el cadáver", explicaba la periodista especializada en sucesos Cruz Morcillo.
La Policía para llegar hasta esa furgoneta blanca tuvo que hacer un rastreo de 100.000 furgonetas para poder obtener las matrículas, "pero eso solo era el primer paso, porque después había que cotejarlas con más de diez millones de registros de matrículas de vehículos que habían circulado por Mallorca en esas fechas".
"Para ese trabajo contaron con la colaboración imprescindible de la Jefatura Provincial de Tráfico. El caso es que había que comprobar cada uno de esos vehículos, a quién pertenecían, si sus características coincidían con las descritas por el testigo. Ese trabajo de calle era imprescindible en este caso. De esta forma, los policías fueron acotando la lista y pudieron localizar una furgoneta que encajaba. Pero surgió un nuevo inconveniente. Había sido rotulada con la imagen corporativa de la empresa a la que pertenecía, y la persona que la usaba los días en que sucedió el hecho ya no era trabajador de la misma", decía Pablo.
Reconstrucción de los movimientos del joven alemán
En paralelo, también se trabajaba en reconstruir los últimos movimientos del joven turista de 20 años, ya que las cámaras de seguridad podrían haber captado alguna imagen de la matrícula. Cruz explicaba que "lo que se averiguó es que estaba en Palma de vacaciones, había estado de copas con un amigo por la zona del Arenal, que había tomado muchas copas y que en un determinado momento de la noche se habían separado. Los investigadores mantuvieron contacto permanente con la familia del chico para pedirles información sobre él y también para que tuvieran la certeza de que la Policía hacía todo lo posible para detener a los asesinos".
Fase final de la investigación
La fase final de la investigación comienza una vez que se ha localizado la furgoneta y se han conseguido superar los inconvenientes ya descritos. Pablo comentaba que "los agentes del Grupo de Homicidios se centraron en el trabajador que esos días tenía a su cargo el vehículo y en otros dos individuos que habían tenido relación con él".
"Al final fueron detenidos los tres como autores del asesinato, pero el empleado quedó en libertad poco después porque se comprobó que no había tenido nada que ver con el crimen. Los otros detenidos son dos hombres de origen español de 36 y 44 años, con numerosos antecedentes policiales. Es cierto que son delincuentes, pero no unos profesionales, y su actividad delictiva tiene que ver muy probablemente con sus problemas de adicciones. Así que todo apunta a que la víctima tuvo la mala suerte de encontrarse con ellos en el lugar equivocado"
De momento, la hipótesis policial no es definitiva, porque como Cruz explicaba, "los resultados concluyentes, aunque todo apunta a que ya habría caído a la carretera sin sentido segundos antes de ser arrollado por el vehículo. Además, las pesquisas ha revelado que la víctima fue grabada por cámaras de seguridad de la zona de ocio del Arenal, donde fue 'cazado' solo tres minutos antes del siniestro. También se desconoce si la víctima subió a la furgoneta de sus verdugos por propia voluntad. Lo que está claro es que los sospechosos pararon la furgoneta a la altura de la víctima y una vez en el interior del vehículo los autores del crimen habrían intentado robar al turista, hasta que finalmente uno de ellos arrojó el cuerpo inerte de la víctima por la puerta corredera de la furgoneta cuando circulaba por la autopista".