Foto de Fernando de Haro: "Lo mira con ojos tristes y dignos"

La foto del día de Fernando de Haro.

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Foto tomada en la frontera de Texas. La foto tiene poca luz, la que se cuela entre un bosque bajo y enmarañado de ramas sin podar, raíces desencarnadas y copas lejanas. El suelo húmedo. Y parece que detrás de los protagonistas de la foto quiere crecer un helecho que se apoya en un tronco caído. Los protagonistas de la foto son dos hombres a los que no se les ve la cara, hombres para algunos sin rostro. El de la derecha de rodillas, con la cabeza gacha, como pidiendo perdón por una culpa que no ha cometido. Es solo un muchacho con un pelo negro, hispido, y una sudadera gris. Del cuello le cuelga una pequeña cruz de plata. También a él le castigan. Tiene la mano derecha levantada casi a la altura del hombro, es una mano que cuelga de una esposa de metal, una esposa bien cerrada en la muñeca. La mano le cuelga porque el compañero esposado con él está de pie, con la mano izquierda apoyada, no metida del todo en el bolsillo de un vaquero. Al segundo hombre tampoco se le ve la cara porque la foto se corta en la barriga. Este segundo detenido tiene las manos más oscuras y la uña del dedo gordo que asoma del bolsillo es como una pequeña garra de un pájaro que no puede volar. El hombre que está de pie, no lo vemos en la foto, mira a los ojos a un policía de frontera. Lo mira con ojos tristes y dignos y esa mirada es como un poema, como un gemido que dice: “hermano tú y yo somos lo mismo, tú estás de este lado, yo vengo del otro, tu hablas una lengua, yo hablo otra, pero hermano, los dos estamos vivos, a los dos hay alguien que nos espera.