Foto de Fernando de Haro: "Volverá el hambre"

La foto de Fernando de Haro.

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Foto de un momento de éxtasis, como el momento que experimentaban los cazadores primitivos después de abatir una gran pieza que les garantizaba proteína para algunas semanas, como el de coronar después de mucho esfuerzo una bella cima, como el de aprobar un examen, como el de un abrazo en un aeropuerto después de una larga ausencia, como el de tocar tierra después de una larga travesía. Un momento en el que no es posible la distracción, un momento en el que todo es presente, no hay mirada hacia el pasado o hacia el presente que disperse las fuerzas. Todo está sucediendo en ese momento, no hay recriminación, no hay complejos que velen el instante. En la foto decenas de seguidores de una selección de fútbol están sentados en bancos de pino sin respaldo en torno a mesas en las que responsan vasos de cerveza de plástico. En realidad ya no están sentados porque muchos de ellos se han levantado, alzan las manos por encima de la cabeza, aplauden, gritan con las bocas muy abiertas. Uno de ellos, el protagonista de la foto, con la equipación de la selecció nacional aprieta los puños mientras salta, abre la boca, chilla y agita , todo a la vez, un tupé de color naranja. Al pelirrojo le luce en las pupilas una alegría sencilla, como la de un niño delante del escaparate de una pastelería. La foto retrata un momento de júbilo primitivo, el contento de estar juntos, el contento de ganar juntos. Y en el preciso instante en el que todos levantan los brazos, en el que se celebra la caza de la pieza que tanto ha costado, en ese momento de triunfo rotundo se asoma ya la tristeza de lo insuficente. Volverá el hambre, volverá la sensación de que todo ha sido poco a pesar de que ha sido mucho, muchísimo. Ni mucho ni muchísimo es todo, siempre se queda corto.