La historia de amor de Marino y Asun, de Palencia, que emociona 70 años después: con oposición de sus padres
Marino y Asunción son uno de los matrimonios que, junto a Víctor y Pepi, han querido compartir en 'La Tarde' las claves para mantener el cariño durante tanto tiempo
Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Con 87 y 84 años respectivamente, Marino y Asunción personifican la fortaleza de un amor que ha sobrevivido a los desafíos de la vida. Desde su primer encuentro en la plaza del pueblo hasta los obstáculos superados juntos, su historia es un testimonio de perseverancia y complicidad. "Hubo de todo. No creas tú que todo ha sido vida y dulzura. Porque, oye, discutir siempre se discute.
Pero siempre teniéndonos a la vera, estando a la vera", asegura Asun. Ambos dicen ser muy felices y seguir enamorados como el primer día. Pero ¿cuál es el secreto? "Todo es siguiéndonos, comprendiéndonos. Y aguantar a una persona y los que estén alrededor es una base de comprensión. Algunas veces hay que perdonar, otras buscar. Pero sobre todo cuidarse y tener muchos detalles", relata Marino.
Su historia no siempre fue fácil. Marino vendía piezas de barro con su padre en el pueblo de Asun, Villambroz. Se veían en la plaza y comenzaron a enamorarse. Sin embargo, los padres de ella "no me veían bien", cuenta Mariano. Con el tiempo, él se fue a Madrid y unos años después, se casaron. Ahora, ya son 63 años que han cumplido juntos.
"Lo mejor de Marino es que es muy sensible y tengo que estar siempre al lado de él", cuenta ella. "Asun ha sido muy trabajadora. Increíble. En vez de tener un negocio, cuidaba a los abuelos, a los niños y a mí, porque yo siempre que iba, la comida estaba hecha", recuerda su esposo emocionado.
Víctor y Pepi: La fuerza del compañerismo y la complicidad
Con 91 y 90 años de edad, Víctor y Pepi celebran 67 años de matrimonio, destacando por su complicidad y afecto inquebrantables. Sus noches están llenas de risas y partidas interminables de cartas, evidenciando una conexión que ha resistido las pruebas del tiempo.
"Ha habido alegrías, ha habido penas, ha habido muertes, ha habido muchas cosas en la vida. Ahora, hay respeto, cariño, aguantarse y saber disculparse cuando se discute", explica Pepi. Pero si hay un elemento fundamental en su relación, ese es el cariño: "En cuanto la veo, le tengo que dar un beso, esté donde esté. Es que no lo puedo evitar, porque me apetece... Un beso seguro"
Desde hace dos años y medio, decidieron voluntariamente vivir en una residencia. Tienen su habitación y su cuarto de baño y son una pareja admirada entre sus compañeros. "Somos las figuras", reconoce Pepi. Víctor agrega que "no nos vamos a la cama sin haber echado la partida de baraja o de dominó. Lo único que yo de vez en cuando me tengo que dejar ganar, porque si no se me enfada".
Claves para un amor eterno: Comprensión, perdón y cuidado mutuo
A través de sus vivencias, estas parejas comparten valiosas lecciones sobre cómo mantener viva la llama del amor a lo largo de los años. Desde la importancia de la comprensión y el perdón hasta el valor del cuidado mutuo, sus palabras reflejan la profundidad de sus vínculos emocionales.