Ana Reynoso, psicopedagoga, da la clave para alejar a los niños de las pantallas durante el verano

Ana María Reynoso Ramos, profesora del Grado en Pedagogía de UNIR, ha explicado en 'La Tarde' de COPE los beneficios qué tiene que los niños se alejen de las pantallas

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Si piensas en tu infancia, seguramente te acordarás de muchos momentos al aire libre, jugando, gritando y corriendo con tus amigos. No había tiempo para el aburrimiento, o quizás sí, pero no resultaba nada grave.

El verano es la temporada en la que los niños y jóvenes disfrutan de más tiempo libre. Es una oportunidad especial para dedicarla a pasatiempos, deportes, campamentos y compartir con amigos, pero resulta preocupante el tiempo que dedican los niños de hoy a las pantallas. Una herramienta que puede ser muy útil si se usa con responsabilidad, pero si al contrario, no tenemos el control sobre ellas, podremos terminar adictos.

Por otra parte, hoy en día preocupa el desespero de algunos niños que no paran de decirle a sus padres: “estoy aburrido”, con insistencia. Y muchos padres quizás sienten agobio al no poder entretener a sus hijos de otra forma que no sea a través de una pantalla.

Y la contradicción empieza aquí, ya que muchos padres quieren reducir el tiempo en pantalla de sus hijos, pero en verano, con tanto tiempo libre, puede ser complicado.

Ana María Reynoso Ramos, profesora del Grado en Pedagogía de UNIR, ha explicado en 'La Tarde' de COPE los beneficios qué tiene que los niños se alejen de las pantallas y vuelvan a jugar al aire libre. “Jugar es el trabajo de los niños”.

Cómo alejarlos de las pantallas

Ana María explicaba, y lo hace como madre y como profesional, que durante el año los padres están muy ocupados trabajando y es por esto que el verano es el tiempo perfecto para dedicarle atención exclusiva a los más pequeños. Y añadía: “Los padres tienen que ser los primeros en concienciarse sobre el beneficio de los juegos: la mejora de la psicomotricidad, el trabajo en equipo.”

Hay que promover la práctica de los juegos a aire libre e intentar sustituir las pantallas por tiempo de calidad.

El tiempo en las pantallas también tiene beneficios, como por ejemplo, es recomendable el uso de las pantallas para potenciar la memoria visual, la concentración... Pero como durante el año se usan con más frecuencia, en verano podemos limitar el consumo a 1 o 2 horas al día como máximo. Es preferible aprovechar las horas del día para practicar algún deporte o hacer actividades al aire libre.

El aburrimiento es bueno

En un mundo tan acelerado, resulta casi raro tener un momento libre. A veces, está hasta mal visto el no hacer nada. La mentalidad de ser productivo todo el tiempo es agotadora. Hacer planes para ocupar nuetro tiempo resulta casi automático, y es que el ser humano necesita tiempo libre.

No solo los niños deben aburrirse, los adultos deben encontrar en su rutina al menos un pequeño espacio para aburrirse y no hacer nada. La mente necesita descansar de tantos estímulos constantes.

Que un niño se aburra no significa algo malo, Ana María explicaba que el aburrimiento trae muchos beneficios: "Aumenta la creatividad, el pensamiento, la reflexión...La cabeza también necesita ese descanso”.

El bienestar psicológico requiere de un tiempo en el que no se haga nada.

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