¿A quién beneficia la Ley de Vivienda? Trías de Bes señala los efectos que puede provocar en los alquileres
Los límites en los precios de los alquileres o las dificultades para desalojar pisos o casas okupadas son los puntos más problemáticos de la ley que se aprueba este jueves
Publicado el - Actualizado
3 min lectura
La nueva ley de vivienda, que se aprobará mañana jueves en el Congreso, tiene en vilo a muchos propietarios que tienen o tenían hasta hace bien poco casas o pisos en alquiler. Y es que hay dos puntos de la ley que están preocupando a los dueños de algún inmueble. Uno de ellos es el límite en el alquiler de las denominadas zonas tensionadas, es decir, poner un tope a los precios. Pero el problema es que 6 de cada 10 casas se encuentran en esas zonas tensionadas. El segundo punto que inquieta un tanto a los propietarios es una enmienda que se ha incluido en la ley, según la cual se va a ralentizar aún más que los dueños puedan desalojar pisos o casas okupadas.
Ante el grave problema de la vivienda en España, es inevitable preguntarse a quién beneficia esta ley de la vivienda. El gran objetivo es facilitar a miles de personas, muchos de ellos jóvenes, que no pueden acceder a una vivienda en estos momentos tal y como está la situación. En muchos casos, pagar un alquiler supone el 40% de la renta que perciben, algo totalmente inasumible. Pero también esta ley deja algo desprotegidos a los propietarios, lo que podría terminar repercutiendo en los inquilinos.
“Hay un problema con el alquiler, sí, pero no se puede confundir el síntoma con el origen del problema", comenta nuestro profesor de economía de cabecera, Fernando Trías de Bes. "Atacando síntomas no solucionas el problema, y el precio del alquiler es el síntoma de un problema.” La ley que pretende topar el alquiler va a hacer precisamente eso, según el economista, lo que va a provocar que el problema salga por otro lado. Trías de Bes considera que hay que buscar soluciones al respecto, pero aclara que “topar los precios es abordar el síntoma del problema, y no su origen”.
En cuanto al aumento de las dificultades a la hora de desalojar a okupas o inquilinos que han dejado de pagar, Fernando Trías de Bes argumenta de “las estadísticas son muy claras: el 70% de los propietarios que han tenido pisos en alquiler ha sufrido alguna vez un impago", por lo que "esta ley está generando unas dificultades adicionales al desahucio que van a afectar a un altísimo número de propietarios".
El profesor de economía también matiza que poner topes en los alquileres tiene efectos diferentes según las condiciones que tengamos en la economía. Ahora mismo en el contexto de inflación que vivimos, recibir las rentas de un piso alquilado es bastante necesario, ya que en muchos casos los dueños lo usan para pagar la hipoteca de su vivienda habitual, como apunta Trías de Bes. “El riesgo de no cobrar puede implicar también el riesgo de no pagar tus propios gastos. Entonces cuando se producen leyes de este tipo generan miedo, y muchas veces el propietario piensa que igual le interesa más tenerlo vacío o ponerlo a la venta”. Por eso, el economista vaticina que seguramente la ley produzca una disminución de la oferta de viviendas en alquiler, y “al haber menos, los precios, aunque estén topados, estarán mucho más presionados”.
Además, según el profesor de economía, la ley de vivienda va a incrementar las condiciones y exigencias a la hora de firmar un contrato de alquiler. “Ese propietario que tiene miedo a que el desalojo ahora tarde más, sea imposible, y encima el precio va topado, va a tirar por seis meses de fianza”, afirma Trías de Bes. “Si me siento desprotegido, voy a pedir más garantías, pero hay gente con voluntad de pagar, pero que no puede dar estas garantías”. Con lo cual, augura que los que estén a partir de ahora en la búsqueda de una vivienda para alquilar van a ser cada vez más vulnerables. “Al final lo que estamos haciendo es generar muchísima tensión en un mercado que lo que necesita son grandes incentivos”, sentencia el economista.