Sin peregrinos ni turistas: Fernando de Haro es testigo del silencio en el Santo Sepulcro de Jerusalén

¿Cómo se va a vivir esta Navidad en Tierra Santa? El equipo de 'La Tarde' lo cuenta desde Jerusalén

Redacción La Tarde

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Fernando de Haro ha sido el enviado especial de COPE para contar desde Tierra Santa cómo se celebrará este año la Navidad allí después del brutal ataque del grupo terrorista Hamás en octubre y la reactivación del conflicto entre Israel y Palestina.

La primera parada del programa de hoy ha sido el Santo Sepulcro. La visita en cuestión la ha llevado a cabo con el franciscano Manolo Domínguez Lama y junto a él ha narrado de forma muy detallada cómo es conocer este santo lugar. Al subir las escaleras encuentran un altar con un Cristo crucificado y se puede introducir el brazo para tocar la roca del Calvario. El monte del Calvario son restos de una antigua cantera y sobre esa piedra estaba colocada la cruz que Cristo llevó a cuestas.

El recorrido ha continuado llegando hasta la tumba del santo Sepulcro, la tumba del Señor en el lugar de su Resurrección. Según cuenta Fernando, lo más sorprendente, además del lugar en cuestión por su sacralidad e importancia para los católicos de todo el mundo, es el silencio. Silencio por la falta de peregrinos y turistas en un lugar que suele estar repleto de ellos haciendo cola para conocer el lugar en el que Cristo resucitó.

Silencio en el Santo Sepulcro y en el Muro de las Lamentaciones

La tumba se divide en dos partes, la primera parte es la cámara, donde se preparaba el cuerpo del fallecido y en el altar se puede observar la piedra que cubría el Sepulcro. Es la losa que se había movido cuando llegaron las mujeres mirófaras y descubrieron la tumba vacía de Jesús. Se trata del punto más sagrado dentro del santo Sepulcro.

La segunda parte es el lugar donde Jesús estuvo sepultado, la auténtica tumba del señor. Para que los peregrinos no se llevaran trocitos de la piedra sagrada, el emperador Constantino hizo poner un mármol para tapar y proteger la piedra. Manolo ha querido aprovechar el momento en el lugar santo para pedir por la guerra entre Israel y Palestina, por las víctimas, y por la paz en Tierra Santa, alegando que nadie creía en la resurrección de Cristo y sí ocurrió, confía en que también podamos ver el fin de esta guerra.

La segunda parada ha sido la visita al Muro de las Lamentaciones, el lugar más sagrado e importante para los judíos. El Muro es lo único que queda del templo judío de Salomón que se destruyó en el año 70 d.C. En él podemos encontrar fotos de los rehenes israelíes a manos de Hamás, y delante del muro podemos encontrar dos espacios: uno reservado para las mujeres y otro para los hombres. Fernando se adentra y conoce a un grupo de rabinos que discuten y rezan la Torá.