Una experta advierte sobre el papel de los padres cuando su hijo decide ser influencer: "Es fundamental"

Ser creador de contenido se ha convertido en la primera opción de los niños cuando se les pregunta qué quieren ser de mayores, pero si no se gestiona bien puede ser un problema

Redacción La Tarde Belén Collado

Publicado el - Actualizado

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A todos alguna vez de pequeños nos han preguntado eso de “¿y tú qué quieres ser de mayor?” Hasta hace poco, las respuestas más típicas eran futbolista, médico, policía o profesor. Pero ahora, con el auge de las redes sociales, las cosas han cambiado bastante y con lo que sueñan los niños es con ser influencers.

TikTok sin duda es la red social más popular del momento y en la que quieren ganarse la vida muchos jóvenes. Los más pequeños pasan cada vez más horas en esa aplicación. Concretamente, los usuarios suelen pasar más de 23 horas cada mes navegando entre vídeos de bailes, bromas e historias curiosas.

Desde los 16 años es posible crearse una cuenta en TikTok y crear contenido, pero la realidad es que los niños ya la utilizan desde antes. Por eso hay influencers que ya tienen millones de visualizaciones siendo aún menores de edad. Este fue el caso, por ejemplo, de David Hamilton, de 19 años, actualmente tiktoker de éxito con más de tres millones de seguidores, pero que empezó desde los 10 años a hacer vídeos en YouTube. “Tenía mucho tiempo libre y, como jugaba mucho a videojuegos, mientras que jugaba me grababa, pero sin mostrar mi voz ni mi cara”, cuenta David sobre sus inicios. “No conseguía nada, pero me hacía feliz”, recuerda.

Años después, David decidió dar el salto a TikTok, la red de moda. “Todo empezó en cuarentena, que es cuando TikTok pegó el boom”. Explica que en su clase todo el mundo empezó a hacer vídeos en esta aplicación, pero él de momento prefirió centrarse en los estudios. No fue hasta que terminó Selectividad que se animó a crear contenido para su perfil de manera más o menos profesional, es decir, dedicando tiempo todos los días para hacer y publicar vídeos.

Los estudios como "plan B"

David Hamilton hace principalmente contenido de humor “con el que te sientes identificado”, según él mismo lo define. Aunque sigue compaginándolo con sus estudios de ingeniería, tal y como le aconsejaron sus padres, confiesa que ese es su “plan B”, puesto que ahora mismo con tres millones de seguidores, TikTok es su profesión actual.

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Al igual que David, ya hay muchos jóvenes cuya carrera profesional ahora mismo se basa en ser influencer y crear contenido para redes sociales. Para orientar a los jóvenes que deciden tomar ese camino existen ya agencias especializadas en influencers. “Principalmente representamos a estos talentos, intermediamos entre las marcas y los creadores de contenido, pero conlleva muchas más cosas, como asesoramiento fiscal o soporte”, comenta Paloma Miranda, CEO y fundadora de Grupo Go.

En cuanto al papel que deben ejercer los padres en el momento en el que el niño o joven decide dedicarse a crear contenido, la fundadora de esta agencia considera que, sobre todo en el caso de los menores de edad, “es fundamental que tenga a sus padres de su lado”. Sin embargo, reconoce que cada familia es un mundo y “no todos los chavales tienen padres tan involucrados”, por lo que ahí entra un poco en juego su labor como representantes y son como un pilar más para el joven influencer.

La importancia de saber gestionar la fama

“Con esta edad el tema de las redes sociales es muy atractivo, todo el mundo quiere ser influencer y encima, si ganan dinero, mucho mejor, y si ganan fama, más divertido todavía, pero no hay que perder el foco”, apunta Paloma Miranda, por lo que tener tanto a la familia como a una agencia como la suya resulta esencial para mantener cierto equilibrio.

Y es que en algunos casos ser consciente de que detrás del número de seguidores hay personas reales, puede resultar un shock y provocar algo de vértigo. “Yo siempre he sido muy casero, siempre hago todos mis vídeos en casa, y cuando salía y me reconocían, se me hacía raro”, cuenta David Hamilton, aunque ya dice que está acostumbrado y gestiona bien lo de ser conocido. “Hago vídeos por diversión y sin ningún otro objetivo”, indica el influencer.

Esa debería ser normalmente la actitud, como señala Paloma Miranda. “Las redes sociales atrapan mucho, al final pueden ser un vicio y si encima te dedicas a ello, mucho más”. Por ello, es muy importante saber gestionar tanto el tiempo dedicado como la relación con los haters, y si es necesario pedir ayuda para evitar que tenga consecuencias psicológicas.

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