Veto a los apartamentos turísticos: el Tribunal Supremo se posiciona del lado de los residentes

Las comunidades de vecinos que prohíben el uso de actividades económicas se han visto apoyadas por el TS en el veto de los 'apartamentos turísticos'

Redacción La Tarde

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'La Tarde' conoció de primera mano la realidad de Asun, una propietaria en un edificio del centro de Málaga. El edificio en cuestión estaba situado cerca de una de las plazas más famosas de la ciudad, la plaza de la Merced. Tenía doce viviendas y cinco de ellas eran pisos turísticos. La realidad del hogar de Asun era la de una vivienda casi inhabitable en la que la inseguridad y el miedo reinaban debido al mal ambiente que traían consigo los inquilinos de los pisos turísticos.

Al igual que Asun, miles de personas en nuestro país se enfrentan cada día a esta incertidumbre en su vecindad, pero ahora, el Tribunal Supremo, ha arrojado un rayito de esperanza sobre este asunto, avalando así el veto de los pisos turísticos a dos comunidades de vecinos de Oviedo y San Sebastián.

La Sala de lo Civil ha dictado

lo que en los estatutos de algunas comunidades de propietarios está prohibido expresamente.

¿Podría esto cambiar en algo la realidad de Asun y del resto de españoles que se encuentran en la misma situación?

Para despejar las incógnitas sobre este veto hemos contado en 'La Tarde' con Peio Mendia, tesorero del Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas. Mendia ha contado que, hay muy pocas comunidades que contengan la cláusula estatutaria que prohíbe las viviendas dedicadas a actividades económicas, pero en las que sí las haya, sí se podrían eliminar aquellos pisos dedicados a hospedar a los turistas.

Ha contado que, además de esta, desde 2019 hay otra vía que se recoge en el artículo 17.2 de la Ley de Propiedad Horizontal. En este artículo se establece que en los estatutos de las comunidades se podría regular cuántos pisos turísticos podría haber en la comunidad o regular que los que ya estén funcionando pagaran una cuota de comunidad mayor, pero, sin embargo, no podrían eliminar los que ya están en funcionamiento. Sería necesario una mayoría cualificada de 3/5 partes para poder ponerlo en práctica.

La realidad de ciudades como Venecia, el centro de Barcelona o el de Donosti, tal y como apunta Mendia, dejarán de ser centros urbanos e históricos y se quedarán como decorados, pues 'la gente no podrá seguir siguiendo allí'. Para una comunidad de vecinos que se constituye es muy importante tener en cuenta estas circunstancias en los Estatutos, sobre todo aquellas que se sitúan en los lugares más transitados de la ciudad por la riqueza histórica que presentan.