Fernando de Haro: "Empezamos el año como lo acabamos: intentado comprender cómo de severa es la sexta ola"

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Estamos empezando el año y hoy en 'La Tarde' vamos a hablar de propósitos de comienzo de año. Propósitos de ir al gimnasio, aprender idiomas o comer sano. Antes se hacían propósitos de alcanzar altas cotas morales, ahora hacemos otro tipo de propósitos. Los propósitos son tan inevitables como, en la inmensa mayoría de los casos, inalcanzables.

Los propósitos son inevitables porque siempre nos proyectamos hacia el futuro deseando que ese futuro sea mejor. Pero son en su mayoría inalcanzables, porque están construidos con lo que, según nuestra imaginación, nos hace falta, dos kilos de más o de menos. Y nuestra imaginación en estos casos no parte de lo que ya hay.

En realidad los únicos propósitos alcanzables son los que en cierto modo ya se han cumplido. Lo del 'yes we can', o 'sí se puede', tiene mucho de engañifa. No porque sea de izquierdas o de derechas, sino porque tiene la forma de un voluntarismo ilusorio. No, muchas veces no se puede. Pero la buena noticia es que no pasa nada si no se puede.

Lo malo de los propósitos de comienzo de año es tener la ingenuidad de creernos que los vamos a cumplir, porque la realidad nos pondrá en nuestro sitio y seremos un poco más escépticos. La buena noticia es que la realidad suele ser más satisfactoria, más conveniente que lo que hemos construido con nuestra imaginación. Ya dice uno de los mejores escritores en España que no hay que huir de la realidad sino hacia la realidad. Pero como dice ese mismo escritor, nosotros no somos acogedores, somos conseguidores. No acogedores de lo que hay sino conseguidores de lo que aún no hay.

Empezamos el año como lo acabamos: intentado comprender cómo de severa es la sexta ola, la variante ómicron y esperando una recuperación económica que se complica por la subida de los precios. Eso sí, de momento tenemos una reforma laboral razonable. Esta tarde tendremos los datos del número de contagios, de la nueva tasa de incidencia y de cómo están las UCIS. Por lo que han ido comunicando las comunidades autónomas, la sexta ola sigue creciendo, los contagios siguen siendo muy altos y la presión sobre los hospitales sigue subiendo. María Neira, directora de salud pública de la OMS, pronostica que nos quedan dos semanas al alza.

La buena noticia es que la pandemia va camino de inmunizarnos de nuevo a casi todos y de convertirse en una endemia. Eso significa menos muertos, pero muertos. Como ya sabes esta ola es muy diferente a las otras, muchos más contagios, menos gravedad de la enfermedad entre los vacunados. La pregunta es cómo va a aguantar el sistema sanitario un menor número de hospitalizaciones entre un mayor número de contagiados. Y cómo va a aguantar el sistema económico porque las bajas de los que están enfermos leves y no deben salir de casa aumentan. La ministra de Hacienda dice que no hay que preocuparse.

No sabemos ni sabe nadie cuál es ese calendario. Las bajas dependerán de una ola que no se puede predecir. La ministra insiste en que la estrategia del Gobierno es la vacunación.

La vacunación no evita el contagio, hace más leve la enfermedad. Decir que la estrategia es la vacunación es decir que el Gobierno ha aceptado que convivamos con el virus.