Alfredo Quevedo, organizador de viajes turísticos en Marrakech, en Mediodía COPE

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Muchas familias afectadas por el terremoto del pasado sábado en Marruecos siguen aferrados la esperanza de encontrar a los desaparecidos bajo los escombros. Una misión muy complicada para los bomberos y equipos de rescate desplazados a la zona, como los miembros de la UME españoles o bomberos de la Comunidad de Madrid, por las características de las construcciones de la zona.

En Mediodía COPE, Fernando de Haro, uno de los enviados especiales de la Cadena COPE al epicentro del terremoto, ha constatado con los bomberos españoles que va a ser muy complicado encontrar supervivientes.

El problema es que el material de esas viviendas, el adobe, no deja en muchos casos posibilidad ni huecos para que sigan con vida muchas de esas personas atrapadas.

"Hay malestar y un trasfondo político muy grande"

Alfredo Quevedo, es organizador de viajes turísticos en Marrakech desde hace 14 años, a tan solo unos 60 km del epicentro de este fuerte terremoto que ya ha dejado 2.500 muertos y 2.500 heridos.

Alfredo, conocedor de la zona afectada por el movimiento de la Tierra, destaca en Mediodía COPE, la pobreza de las familias de la zona, con casas muy humildes, edificaciones muy frágiles y muy antiguas y en lugares remotos. Son casas construidas con mortero o adobe, mezclando tierra, piedras y madera.

La mayoría de los habitantes de estos pueblos próximos a la Cordillera del Atlas son autóctonos, marroquíes, "la clave ha estado en la pobreza, el adobe y la piedra han sido la clave, algunos tienen una doble planta sin cimientos", describe Alfredo a Pilar García Muñiz.

Una zona sin apenas turistas pese a que Marrakech tiene miles de visitantes, "es una zona de rutas de aventuras, por eso apenas hay turistas", cuenta y añade que "el terreno es muy abrupto, muchas aldeas solo son accesible posible por alta montaña, por ello, de nada serviría mandar a gente a la zona porque no pueden llegar", advierte.

En Marrakech, también afectado por el movimiento sísmico, la gente va volviendo a la normalidad, "ha sido la tercera noche tras los temblores, sigue habiendo precaución, hay gente que sigue durmiendo en la calle, pero la vida continúa, el turismo ha vuelto como cualquier otro día", reconoce el guía turístico.

Sobre la llegada de la ayuda internacional y la ausencia del Rey Mohamed VI que tardó un día en llegar a su país desde París, donde se encontraba, "hay malestar y un trasfondo político muy grande".