Borja, hijo de Manuel Giménez Abad, asesinado a tiros por ETA en 2001: “Los pitos aún resuenan en mis oídos"

En Mediodía COPE hablamos con el hijo del presidente del PP de Aragón, asesinado en su presencia el 6 de mayo de 2001

Redacción Mediodía

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Pilar García Muñiz, comunicadora de Mediodía COPE, se ha trasladado este miércoles a uno de los escenarios marcados por la cicatriz del terrorismo de ETA: Puente de Vallecas. Allí, un coche bomba acabó con la vida de 6 personas en 1995. Un lugar como cualquier otro punto de España, porque muchos lugares albergan la memoria del terror de ETA.

En ellos quedarán para siempre los nombres de las víctimas pero en muchos casos falta la justicia y es que más del 40% de los atentados de ETA continúan pendientes de resolución a día de hoy. Un ejemplo fue el que acabó con la vida de Manuel Giménez Abad. Era un domingo, 6 de mayo de 2001, y el Real Zaragoza jugaba en casa contra el Numancia, a las 7 de la tarde. Como miles de aficionados, aquel día, Manuel Giménez Abad, presidente del PP de Aragón salió de su domicilio para dirigirse a La Romareda en compañía de su hijo Borja, de 17 años.

El partido no prometía nada especial pero la tarde acompañaba y era una oportunidad para dar un agradable paseo desde su casa al estadio, como de costumbre. Lamentablemente, nunca llegó a él. A mitad de camino un terrorista descerrajó tres tiros a Manuel Giménez Abad. Por la espalda, a sangre fría, sin posibilidad de defensa y delante de su hijo Borja. Ha charlado con Pilar García Muñiz para compartir todos sus recuerdos. “Los pitos aún resuenan en mi cabeza”, ha asegurado el hijo del presidente del PP de Aragón .

Un crimen cobarde y cruel que forma parte de los más de 300 asesinatos de ETA todavía por aclarar y que, como nos ha contado Borja, te marcan: “Uno se tiene que rehacer, no te queda otra, te vas recomponiendo pero te acompaña el resto de tu vida”. Tanto es así que, “ese año empecé la universidad y tenía que pasar todos los días por esa calle”.

Aún no se ha sentado en el banquillo de los acusados, Mikel Carrera Sarobe, alias ATA, el principal acusado de la muerte del presidente del PP de Aragón. Está previsto que el juicio se celebre en 2022, más de 20 años después de aquella fatídica tarde.

En el décimo aniversario del cese de la actividad criminal de ETA, Borja cuenta a Pilar García Muñiz que “todas las víctimas del terrorismo al final murieron por representar los valores de nuestra democracia”.