Un búnker ignífugo, y riguroso silencio, el día a día del 'Archivo Secreto del Vaticano'

Recorremos junto al sacerdote e historiador Vicente Cárcel las estanterías de este lugar, 86 kilómetros de archivos y cajas

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Desde hace más de 55 años un español cada mañana entra para trabajar en uno de los lugares más misteriosos de todo el mundo y sobre el que existen muchas leyendas.

Es un sitio donde se conservan documentos de mucha importancia, por ejemplo la petición de Enrique VIII para que se anulase su matrimonio con Catalina de Aragón, el juicio de la Iglesia contra Galileo, cartas de Miguel Ángel o el acta de excomunión a Martín Lutero. Hablamos del Archivo Secreto del Vaticano.

Vicente Cárcel es sacerdote e historiador y desde el año 1968 lleva trabajando allí en este lugar. Va a cumplir 84 años pero sigue analizando y publicando obras sobre lo que sus estanterías guardan.

Lo primero que nos cuenta Vicente en Mediodía COPE es que desde el año 2019 ya no se llama Archivo Secreto Vaticano sino que se llama Archivo Apostólico Vaticano. El motivo por el que se le conocía como secreto es porque se refería a la persona del Papa. Era desde la Edad Media el archivo personal del Papa. Este nombre generaba confusión porque la gente creía que ocultaba secretos pero en realidad, como cuenta Vicente, no oculta ninguno.

Vicente Cárcel nos explica que los únicos documentos que allí se guardan y que no pueden consultarse son documentos muy recientes que no pueden ser estudiados hasta que pasen unos años. Poco a poco se van desclasificando como ocurre en todos los Estados del mundo. Ahora mismo se puede consultar todo lo almacenado hasta el año 1958.

¿Qué se guarda allí?

Hay que decir que lo componen 86 kilómetros de estanterías en las que hay archivadores y cajas. Allí se almacena todo lo relativo a la Iglesia Católica desde el año 1612 y el documento más antiguo que se conserva pertenece al siglo VIII. Están todos los nombramientos de obispos, todas las congregaciones religiosas, las diócesis, las misiones... Está todo lo que se refiere a la Iglesia Católica.

Vicente Cárcel nos dice que impresiona entrar en aquel lugar que se encuentra en uno de los patios más conocidos del Vaticano, el patio Belvedere. Las salas de este archivo están decoradas con pinturas muy valiosas y hay un lugar que llama mucho la atención en su interior. Es conocido por todos como el “Búnker”. Son dos pisos de salas que se encuentran protegidas con hormigón armado a prueba de fuego. Allí se guardan los documentos más antiguos y que requieren de condiciones especiales en su conservación. Están a una temperatura especial para que no se estropeen los pergaminos antiquísimos que existen.

Vicente también nos explica que muchos fondos de este archivo, en especial todo lo relativo a las misiones de evangelización se llevaron a otras bibliotecas de Roma.

¿Cómo puedo entrar?

Los investigadores pueden hacerlo desde el siglo XIX. Para ello solamente hace falta indicar aquello que se quiere investigar y ellos te asignan el material. “Te presentas allí, presentas tus títulos y cuentas lo que estás haciendo y después te dan permiso. A partir de ahí hay quien hace una tesis doctoral en dos o tres años, hay quien prefiere seguir investigando otros temas” ha indicado el historiador Vicente Cárcel.

El archivo abre todas las mañanas hasta las 12 y media del mediodía y cuenta con una gran sala de trabajo en la que hay pupitres para 60 personas. Allí las normas son muy rigurosas. “Hay un silencio total, está totalmente prohibido hacer ruido, está prohibido llevar móviles, oír música o llevar cascos. Se trabaja solo y directamente con los documentos. El que va allí ya sabe que es como si vas a un monasterio o una iglesia a rezar. Es un lugar de ciencia y de estudio” explica Vicente Cárcel que ha sido nuestro guía por estos archivos. A sus 83 años sigue estudiando todo lo relativo a la relación entre la Iglesia y el poder político en España durante el siglo XX.