Ni en cumpleaños ni en fiestas populares: adiós a las purpurinas con microplásticos

En 15 días entra en vigor la normativa comunitaria destinada a poner fin a unos productos que nos proporcionan brillo, pero también perjuicios para nuestra salud

Redacción Mediodía

Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Desde el próximo 17 de octubre entra en vigor una nueva normativa que prohíbe la fabricación de purpurinas, o importarla, si no cumple determinados requisitos “verdes”. La Comisión Europea prohíbe así los microplásticos, pero fomenta las alternativas solubles o biodegradables.

La medida nos afecta a todos porque ¿quién no se ha puesto alguna vez algo de brilli brilli en la cara en fiestas como Navidad, o Carnavales o en las próximas fiestas de Halloween? O ¿quién no tiene una bola o estrella de navidad en su árbol llena de brillantina? ¿Quién no ha hecho manualidades con sus hijos y ha tardado tres años en limpiar su casa de purpurina?

Pues todo esto, en parte, tiene los días contados. Se prohibe la purpurina, pero que no cunda el pánico, no toda la que hay en el mercado. La normativa afecta a la suelta. La que se vende en botes de colores, que se te queda en las manos impregnada.

En concreto, la norma habla de polímeros sintéticos inferiores a los 5 milímetros que no se degradan. Es decir, es la purpurina que se “añade” artificialmente a algo, se “libera” y no se sabe muy bien dónde acaba. Y este matiz es importante porque en el caso de que la tengamos, por ejemplo, en algún juguete o utensilio donde no pueda salirse, sí se va a seguir fabricando y vendiendo.

También se va a poder seguir fabricando purpurina cuando esta sea biodegradable, que existe, y se vende, por ejemplo, en la tienda que Matilde Sanz tiene desde 1943 en Madrid y que está especializada en disfraces, danza, maquillaje profesional y zapatería de espectáculo.

"Nos afecta económicamente porque hemos adquirido un producto que tiene mucha venta en Halloween, en Navidad... Pero la que tenemos vamos a poder seguir vendiéndola", cuenta a Mediodía COPE.

Las bolas de Navidad con purpurina tienen los días contados

Cinco veces más cara que la que contiene microplásticos

Esta purpurina biodegradable es hasta 5 veces más cara que la normal con lo cual dejaremos de ver tanto brilli brilli en las celebraciones como veíamos ahora.

A partir del 17 de octubre no se podrán fabricar ni importar purpurina, pero si se puede vender lo que las tiendas tengan stock.

Pero más allá de la purpurina que todos en algún momento hemos visto o manejado hay multitud de productos que contienen estos microplásticos “añadidos” como las pastas de dientes, detergentes, suavizantes o cosméticos.

¡Quién no ha tenido alguna vez una crema con perlas exfoliantes o una laca de uñas con puntitos de colores! Pues esto queda ahora prohibido en un plazo que oscila, por ejemplo, desde los 6 años de las cremas faciales hasta los 12 de los labiales.

La nueva normativa de la UE también afecta a la cosmética

Desde la Asociación Española de Perfumería y Cosmética confirman que aunque la industria está haciendo un enorme esfuerzo en los últimos años por utilizar para ello componentes naturales, de origen mineral, todavía en el mercado hay muchos productos cosméticos que contienen estos microplásticos. Su directora, Val Díez, deja claro en Mediodía COPE que "creemos que no habrá productos cosméticos con partículas plásticas, hay alternativas y ya están compuestas de productos minerales".

¿Por qué ahora y por qué esta lucha contra los microplásticos?

La Comisión europea lleva cinco años investigando qué efectos tienen los microplásticos. Cada año en Europa se liberan 42.000 toneladas de microplásticos, pero debido a ese tamaño tan ínfimo a ciencia cierta nadie sabe realmente cuantificarlos.

Las purpurinas con microplásticos tienen los días contados

Roberto Rosal, catedrático de química de la Universidad de Alcalá de Henares, lleva cinco años dedicado a investigar los microplásticos y considera que esta norma es muy beneficiosa porque son evitables. Sus efectos, firma en COPE, son muy perjudiciales para el medioambiente son claros en los mares: contaminación y más contaminación.

Bruselas dice que esto busca contribuir a evitar el cambio climático, pero también hay estudios documentados que hablan de los efectos negativos de estos microplásticos sobre nuestra salud.

Se han encontrado microplásticos en el Teide, en el aire que respiramos, en el mar y si no se pueden degradar, al final, los animales los ingieren y después nos los comemos nosotros. Es decir, nos acaba por afectar a través de la cadena alimentaria y esto tiene consecuencias en nuestra microbiota intestinal, por ejemplo, como demostró en 2022 el CSIC en una investigación en la que formaba parte Victoria Moreno, del Instituto de Ciencias de la Alimentación.

"Piensa que cuando los ingerimos llegan ahí y se encuentran con muchas bacterias y se encuentran con la microbiota intestinal e influye mucho en nuestra salud", subraya en Mediodía COPE.

Al final, el poner fin a las purpurinas con microplásticos, buscan contribuir al medio ambiente y por lo que vemos también a mejorar nuestra salud.

En cualquier caso -y aunque hay alternativas- en cuestión de 15 días nuestros cumpleaños, la Navidad o los carnavales brillarán un poquito menos. Porque decimos adiós a la purpurina tal y como conocemos.