Envejecer de golpe 30 años: Pilar García Muñiz se mete en el traje que te hace sentir como un anciano

La comunicadora de Mediodía COPE siente en su cuerpo lo que sufre un anciano al no oír ni ver bien y cuando sus piernas no responden

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Tener de golpe 85 años. No, no es un regreso al futuro ni un salto en el tiempo. Basta ponerse el traje de envejecimiento y subir escaleras o bajarlas, entrar en la ducha, preparar el desayuno...vamos, cualquier actividad de cada día es algo difícil, para las que un anciano tiene muchas limitaciones.

El traje de la vejez que hace sentir como un anciano de80 años

Investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos llevan años investigando sobre la vejez y analizando la calidad y humanización de los cuidados para los ancianos. Con este traje quieren hacer realidad el proverbio indio de “antes de juzgar a una persona, camina tres lunas sobre sus zapatos”. Antes de pensar que un anciano exagera en sus dolencias, vamos a sentir lo que le pesan las piernas, el aislamiento en el que se encuentra al sufrir hipoacusia y las dificultades de movimientos no solo por el dolor de huesos sino por la mala visión.

En la piel de un anciano se ha metido Pilar García Muñiz. La comunicadora de COPE se ha puesto el traje de la vejez y esto es lo que ha sentido.

El traje que deberíamos llevar todos

Sergio Serrada, profesor e investigador de la URJC, explica en Mediodía COPE el objetivo de esta investigación que no es otra que mejorar las habilidades empáticas de los profesionales sociosanitarios, que trabajan en entornos residenciales, para que sean conscientes y sientan el día a día de las personas mayores con las que trabajan.

A los 80 años, el cuerpo ya no responde como quisiéramos. La movilidad funcional, la destreza y percepción visual, táctil y auditiva ya no son las mejores, están muy limitadas. Ponernos en la piel de un anciano nos ayuda a verles con más cariño y empatía.

"Los profesionales nos contaban que la sensación principal era cansancio y sobre todo fatiga porque cuesta respirar. Y destacaban que era muy difícil dar vueltas en la cama, acostarse y levantarse", explica el investigador.

Los accesorios del traje simulan distintas patologías, "las gafas como las de las cataratas no te dejan ver nada, para que seamos conscientes de las dificultades de los mayores", destaca el profesor Serrada.

"En muchas ocasiones no somos conscientes de sus limitaciones y les exigimos tareas que no pueden hacer", por ello la idea es llevar el traje a ámbitos mayores, sobre todo del entorno sanitario.

Pilar García Muñiz con el traje de la vejez