Suben los salarios pero aumenta la precariedad: ¿La solución es la "Economía de Francisco"?

En Mediodía COPE conocemos en qué consiste este nuevo modelo económico que irrumpe en la sociedad y que tiene como principal fundamento el desarrollo de la persona

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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En este mes de febrero hemos conocido que el IPC ha bajado. Se sitúa ya en el 2,8. A priori, una buena noticia. Los salarios también aumentan aunque a un ritmo lento. Cerraron el segundo trimestre del año con un alza del 4,8% interanual. Sin embargo, el INE, el mismo órgano que publica el IPC, ha dado a conocer la Encuesta de Calidad de Vida con unos datos preocupantes. En 2023 casi un 10% de la población española llegó con dificultad a fin de mes. Además, la exclusión social sigue subiendo.

Esta realidad hace que muchos economistas se planteen si el modelo económico que tenemos es el correcto porque todo lo basa en el beneficio. Por ejemplo, el principal objetivo de las empresas es ganar dinero, cuanto más mejor y el de las familias es tener bienes.

¿Qué es la economía de Francisco?

Desde hace algunos años hay personas que apuestan por un sistema basado en el pensamiento del Papa Francisco. Muchos hablan de la “Economía de Francisco” como solución. Fue la encíclica “Laudato Si” la que hizo que muchos reflexionaran sobre una economía que ponga a la persona en el centro.

Este sistema asegura que lo importante no es tener más entre todos sino que al menos todos tengan lo suficiente para vivir. Nos lo cuenta Enrique Lluch, profesor del CEU Cardenal Herrera de Valencia: “Una economía va mejor no cuando tenemos más entre todos sino cuando hay menos gente que pasa necesidad, cuando quien busca trabajo lo encuentra y quien está haciendo un esfuerzo para sacar adelante a su familia puede hacerlo”.

Diego Isabel La Moneda es el director del Foro NESI de Nueva Economía. Conoce muy bien estas propuestas del Papa Francisco y nos cuenta que hay que olvidarse de los indicadores que ahora conocemos y centrarnos en otros aspectos más importantes: “Ahora mismo el éxito económico de un país se consigue cuando sube el PIB pero este indicador no nos indica la pobreza. Sube el PIB pero hay más pobres”.

¿Qué propone este nuevo modelo para las familias y las empresas?

Para las familias este modelo propone no centrarnos en los bienes. No pensar que tener más es lo fundamental. Como nos dice el profesor Enrique Lluch hablamos de buscar un nuevo sistema que permita dedicar más tiempo a tener una vida más plena: “Las personas tienen que cubrir sus necesidades pero una vez que nos hemos ganado la vida podemos utilizar nuestro tiempo para una vida plena, para relacionarnos con los demás”.

También hay que hablar de las empresas. Hasta ahora siempre su objetivo ha sido el de maximizar beneficios. Lo que la “economía de Francisco” propone, como explica el profesor Enrique Lluch, es que las empresas también realicen una función social que es muy importante para el desarrollo de las personas: “No todo puede estar al servicio del beneficio. El beneficio tiene que ser la condición para que las empresas cumplan su función social: “Que la gente tenga empleo para desarrollar su vocación, que se produzcan bienes y servicios útiles que den servicios a las personas” ha asegurado.

Desigualdades sociales

Precisamente lo que provocaría seguir este modelo es que se terminaría con muchas desigualdades como por ejemplo las que ahora existen en el mundo rural. En las últimas semanas estamos viendo como los agricultores están recorriendo nuestras calles para protestar por las condiciones que ellos sufren, sobre todo por la competencia desleal. El profesor Diego Isabel La Moneda nos pone un ejemplo. Nos dice que en una nueva economía que se centre en las personas no tendría sentido que el precio de los tomates fuese distinto cuando ha sido distinta la manera de cultivarlos: “Un kilo de tomates que no destruye la tierra y que me alimenta debería ser más barato que uno que la destruye y que está incorporando químicos. No es justo”.

Salario y jornada laboral

Siguiendo las enseñanzas de Francisco, el profesor Enrique Lluch considera que tenemos que centrarnos en aquellas personas que tienen sueldos más bajos. Ahí es donde indica que hay que actuar: “El salario de los que menos cobran tiene que ser un salario digno que permita llevar una vida normal en el lugar en el que se está”.

El director del Foro NESI de Nueva Economía, Diego Isabel La Moneda, también nos cuenta que la jornada laboral debería respetar siempre el descanso y el hecho de tener siempre tiempo para uno mismo. Además nos cuenta que el trabajo debe tener un propósito: “Se trata de que en el trabajo puedas sentir que contribuyes a algo positivo y que tienes un buen ambiente”.

Deuda y soberanía de los Estados

En nuestro planeta podemos comportarnos como dominadores, como explotadores y querer conseguir de los recursos la máxima producción o podemos comportarnos como jardineros. Es decir, buscar hacer la tierra fructificar pero al mismo tiempo haciéndolo de manera que se conserve para el futuro.

Enrique Lluch nos explica también que la deuda de los Estados no puede ser desmedida porque resta libertad a la hora de tomar decisiones. Asegura que esto también genera desigualdades entre los Estados porque unos tienen mucho poder y otros muy poco: “Rusia cuando invade Ucrania piensa que media Europa depende de su gas y que por tanto nadie le va a reprochar que ataque a Ucrania”.

¿Esta economía de Francisco es una utopía?

Los economistas aquí nos dicen que las cosas tienen que cambiar y que debemos empezar a aplicar el sentido común. Aunque sea difícil, como señala Diego Luca de Tena, ingeniero que estudia los cambios en la sociedad, lo importante es que todos reflexionemos: “La propuesta del Papa más que una economía específica se relaciona más con repensar la economía desde el lado de los principios”.

Para la economía de Francisco lo que realmente es utópico es seguir viviendo como hoy en día vivimos. Pensando que siempre vamos a poder explotar los recursos que tenemos ahora y que son ilimitados.