Llevaba consigo una esperanza que desconocía
Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Desde hace tiempo sigo las intervenciones del obispo de Trondheim, Erik Varden, al que me atrevo a considerar un amigo desde que lo recibí y dialogué con él hace algo menos de un año en Encuentro Madrid. Esta semana me he enterado de la muerte de su padre, Sven, y me ha conmovido la hermosa homilía de su funeral. Como tantos hombres de esta época, Sven se mostraba distante de la fe: era para él un continente al que contemplaba de lejos, pero nunca sintió la necesidad de explorarlo a pie. Eso sí, para él fue un misterio, hasta el final, que tuviera un padre que fue sacerdote en la Iglesia de Noruega, y un hijo que es monje y obispo en la Iglesia Católica.
Profesaba una especie de relativismo metafísico que no le impidió tener conceptos morales muy claros. Tenía un fuerte sentido de la justicia y sabía que la lucha por ella podía ser costosa. Dice el obispo Erik que las únicas veces que lo vio molesto fue precisamente ante la injusticia. Recuerda también una ocasión en que ardió una granja del barrio, y cómo sus padres fueron a ayudar; Sven era veterinario y trató de poner a los animales a salvo. Cuando el fuego fue controlado se quedaron tiritando en el patio dos huérfanos y su abuela. Para los padres del obispo Erik, que tenían tres hijos, fue algo natural llevarlos a su casa. Por otra parte, Sven, que estaba tan ausente de la iglesia, tenía un verdadero trabajo pastoral en el campo, mediando, consolando, aconsejando a todos. Fue siempre un hombre justo que llevaba consigo una esperanza que desconocía. Gran conocedor de los Padres de la Iglesia, Erik Varden dice que Orígenes interpreta el Día del Juicio diciendo que todos debemos pasar por el fuego, para que quede solo lo verdadero, lo que dura para siempre. Y concluye que su padre tenía muchas cosas resistentes al fuego. Ojalá sepamos mirar a tantos hermanos nuestros, alejados de la fe y de la Iglesia, con esta mirada tierna y profunda de Erik Varden hacia su padre. Descanse en paz.