Pilar García Muñiz: "Ni la mente más retorcida hubiera imaginado que todo esto iba a pasar"

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La memoria es caprichosa y puede que no recordemos lo que comimos ayer o que se nos pase algo que tenemos que hacer esta tarde. Pero hay días que no se olvidan, como el de hace justo un año. Sobre todo si te tocó ser mesa electoral. Se cumple un año del 23 J de las elecciones generales convocadas en pleno verano...celebradas bajo un sol de justicia y con el consiguiente cabreo de muchos españoles que tuvieron que cambiar sus vacaciones o planes para poder ir a votar o cumplir con su obligación de estar ese día en un colegio electoral.

Tras el batacazo de las elecciones autonómicas y municipales de mayo que ganó ampliamente el PP. Pedro Sánchez en uno de esos giros de guión a los que nos tiene acostumbrados, convocó elecciones generales para sorpresa de casi todos.

Y durante toda la campaña electoral Sánchez se dedicó a sacar el espantajo de la extrema derecha y a decir que viene el coco...y consiguió que el PP, que fue quien ganó las elecciones, no lograra la mayoría absoluta que le daban muchas encuestas...Ni siquiera a los populares le daban los números para gobernar con Vox. A partir de ahí, ya sabes cómo se escribió la historia, Pedro Sánchez vendió su alma al diablo por 7 votos los 7 votos de Junts, que necesitaba para poder seguir en Moncloa.

Y el precio más alto que ha tenido que pagar es el de la Amnistía, que en el pasado dijo por activa y por pasiva que no tenía cabida en la Constitución. Ay la hemeroteca, cuánto daño hace!!! Esto es lo que decía Sánchez en la Sexta en 2022. Con los indultos a los condenados del Procés que Sánchez también se sacó de la chistera, se perdonaba la pena. Pero con la amnistía se perdona el delito...lo que de alguna manera implica reconocer que el Estado y la Justicia obraron mal.

Una Ley fuertemente criticada por la oposición y por la mayoría de los españoles, que Pedro Sánchez sacó adelante porque era la exigencia de Junts, que buscaba así el billete de vuelta de Puigdemont a España con absoluta impunidad. Yo creo que nadie, ni la mente más retorcida o mal pensada, hubiera imaginado que todo esto iba a pasar. Pero ha pasado, como te decía antes, con continuos cambios de guión de Sanchez.Y continuos cambios de opinión, que eso ya sabemos que es marca de la casa.

Lo que tampoco esperaba nadie es el cerco judicial que tiene ahora mismo el entorno más íntimo de Sánchez. Por un lado el hermano de Pedro Sánchez, David, denunciado por Manos Limpias por malversación y tráfico de influencias.

Pero lo mollar está ahora, en su mujer, en Begoña Gómez imputada por corrupción en los negocios y tráfico de influencias. El viernes pasado la mujer de Pedro Sánchez estaba citada ante el juez y se acogió a su derecho a no declarar.

Y ahora es el propio Sánchez el tendrá que declarar como testigo el martes 30 en esta causa abierta contra su mujer. Todo esto viene después de que el empresario Juan Carlos Barrabés, también imputado en esta investigación, declarara que se reunió con los dos, con Sánchez y Begoña Gómez, en la Moncloa. Como ella no aclaró nada de esas reuniones porque directamente NO quiso declarar....lo que hace el juez ahora es preguntar a Sánchez que también estuvo presente.

El presidente puede acogerse también a su derecho a no declarar contra su mujer, aunque sería una buena oportunidad de dar explicaciones y acabar con toda sombra de duda sobre los negocios privados que pudo cerrar Begoña Gómez en el Palacio de la Moncloa.