El error que cometes al hacer palomitas en el microondas y en el que casi todo el mundo cae
Sin duda, las palomitas de maíz han ido adquiriendo protagonismo en las últimas décadas, pero los errores en su cocinado persisten
Madrid - Publicado el - Actualizado
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¡Qué difícil es todo en la vida! Incluso lo más básico como es hacer palomitas. Sin duda, las palomitas de maíz han ido adquiriendo protagonismo en las últimas décadas, y no solo en las salas de los cines, sino también en la despensa de nuestra cocina.
La escena es muy recurrente. Compartir manta y película con tu pareja en una fría tarde de invierno acompañada de un gran bol con estos granos aceitosos. Sin embargo, hacer palomitas tiene su ciencia. No todo consiste en meterlas en el microondas. Hay algo más detrás de todo ello.
Los ingredientes empleados condicionan las palomitas
Como hemos comentado, las palomitas están compuestas de granos y aceite que con un pequeño paso por el microondas es suficiente para su degustación. ¿Qué puede salir mal?
Para empezar, esto último, introducirlas en el microondas. Y es que las clásicas palomitas en bolsa que únicamente requieren calentarlas, son poco saludables. El motivo es el elevado porcentaje de sal que contienen, lo que lo hace poco recomendable para aquellos consumidores con la tensión alta. Por no hablar de los edulcorantes empleados para potenciar el sabor o el tipo de aceite usado, como supondrás, nada tiene que ver con el aceite de oliva virgen extra que siempre aconsejan los médicos.
Algunas bolsas, además, incluyen un aditivo llamado diacelito, que le da un sabor a mantequilla a las palomitas, y que es realmente perjudicial para la salud, pudiendo ocasionar incluso, según estudios estadounidenses, patologías pulmonares entre los trabajadores de las fábricas donde elaboran las palomitas. Sin embargo, no ha quedado demostrado que esta enfermedad sea extensible a quienes consumen este aditivo.
Medir la cantidad de aceite, esencial
Si te lanzas a cocinar las palomitas, mucho ojo a las cantidades de aceite que empleas. Si se nos va la mano, se corre el riesgo de que las palomitas sean recubiertas de grasa. Por ello, es necesario vigilar el momento en el que el aceite comienza a expandir humo, ya que a partir de ese momento, las palomitas empiezan a perder sus propiedades. Además, el quemado puede originar sustancias cancerígenas.
El horno, la opción más saludable
Asi las cosas, son pocas las personas que recurren al horno para la elaboración de sus palomitas. Es un método mucho más sano y rico que el microondas o las ollas repletas de aceite. Para ello, colocamos las palomitas de maíz en una bandeja y calentarlas a una temperatura inferior a los 200 grados.
El síntoma manifiesto de que las palomitas están listas para consumirse es cuando comienzan a explotar. A partir de ese momento las sacas del horno y... ¡a disfrutarlas!
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