COPA AMÉRICA

Fede Valverde sonríe y enseña a Uruguay el camino a la semifinal

La selección uruguaya logró imponerse en penaltis a Brasil para pasar a 'semis' de la Copa América. En frente estará Colombia tras arrollar a Panamá (5-0).

Fede Valverde celebra el penalti anotado en el partido frente a Brasil.

Agencia EFE

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Colombia, 5 - Panamá, 0

James Rodríguez va camino de convertirse en el mejor jugador de la Copa América. El mediapunta del São Paulo, con un gol de penalti y dos asistencias, metió en semifinales a una selección colombiana que trituró 5-0 a Panamá y, de paso, igualó la mejor racha de imbatibilidad de su historia, con 27 partidos invicto. Panamá dice adiós con la cabeza alta tras jugar unos cuartos por primera vez. Colombia sigue de dulce, invicta, y ya se prepara para unas 'semis' de alta tensión contra Uruguay.

El exjugador del Real Madrid y Bayern Múnich tuvo otra tarde memorable: puso un balón perfecto a la salida de un córner para Jhon Córdoba, anotó desde el punto de penalti y regaló el gol de la sentencia a Luis Díaz. Todo en una primera mitad excelsa del 10, que ha recuperado su estelar versión del Mundial de Brasil 2014, aquella que asombró al mundo. Lleva ya cinco asistencias en el torneo, el que más. Richard Ríos y Miguel Borja, también de penalti, pusieron los últimos clavos al ataúd de Panamá en la segunda mitad.

El vendaval colombiano en la primera parte fue una losa para el combinado panameño. Al equipo de Néstor Lorenzo se le puso de cara la eliminatoria en el primer cuarto de hora. El seleccionador panameño, Thomas Christiansen, ya había avisado en la previa: cuidado con el balón parado. Pero ni con esas. Córner cobrado por James y Córdoba le gana la marca a otro Córdoba, de nombre José Ángel, para lanzarse de cabeza en la línea del área chica.

Verse tan rápido por debajo descolocó a los centroamericanos, que menos de diez minutos después dejaron escapar a Jhon Arias hasta el área, donde fue derribado por Orlando Mosquera. Penalti y disparo fuerte de James. 2-0. Apenas habían pasado quince minutos. Hubo reacción tímida de Panamá y su mejor ocasión en el partido fue una falta cabeceada por Roderick Miller, pero su remate se estrelló en el palo y se paseó por la línea de gol hasta Camilo Vargas, que lo sacó de milagro.

Ese mínimo atisbo de esperanza se lo cargó la astucia de James. Falta cobrada rápidamente por el 10 en el centro del campo, Luis Díaz corre al espacio y define por alto ante la salida de Mosquera. En el ecuador del segundo tiempo, Lorenzo empezó a pensar en las semifinales y dio descanso a Díaz, Arias y James. Antes de que el 10 saliera ovacionado, Ríos aprovechó una ley de la ventaja del árbitro para sacarse un golpeo cruzado desde fuera del área imposible para Mosquera. Y aún cayó uno más: un penalti transformado por Borja en el descuento y provocado por la desesperación de Córdoba.

Uruguay, 0 (4) - Brasil, 0 (2)

Fede Valverde enseñó el camino en la tanda con un penalti perfecto, cruzado y raso, Eder Militao y Douglas Luiz fallaron para Brasil, José María Giménez perdonó la primera bola de partido, pero no lo hizo Manuel Ugarte, quien sentenció a Alisson y a un Brasil que deja la Copa América tras dar una imagen deslucida, con un solo triunfo en cuatro partidos.

Fue una victoria acorde al estilo y tradición de la Celeste. Sufrida, luchada hasta lo último, sin dejar de creer incluso cuando se quedó con diez hombres a falta de quince minutos para el final por la roja a Nahitan Nández. Apenas concedió oportunidades a un Brasil que, sin Vinicius, suspendido por acumulación de tarjetas, se quedó sin chispa.

La celeste apagó la luz de Rodrygo y Endrick, el meta Sergio Rochet cerró la portería en un mano a mano con Raphinha y la tanda final envió al cielo al equipo de Marcelo Bielsa. Fue el capítulo 80 de una rivalidad histórica entre dos de las selecciones más ganadoras de siempre. Con Uruguay imponiendo su juego muy físico y realizando una excelente presión alta que dificultó notablemente a Brasil en fase de salida de balón.

Fue un duelo marcado por los choques y golpes en balones divididos. Apenas hubo oportunidades. Uruguay intentó hacer daño desde saque de esquina, Brasil tuvo la mejor ocasión, pero Raphinha falló en un mano a mano con Sergio Rochet. Endrick se estrelló ante el poderío físico de la defensa de Uruguay. El duelo siguió ese mismo guión en la segunda mitad. El muro uruguayo impedía a Rodrygo cambiar de ritmo por las bandas y Darwin Núñez intentó aumentar el nivel con unas espectaculares aceleraciones y jugadas físicas, pero sin poder crear reales peligros ante los dos zagueros rivales, Marquinhos y Militao.

La primera vez en la que Rodrygo consiguió escaparse de la presión, Nández le derribó con una dura falta, un golpe en la parte lateral de la tibia que el árbitro ancionó con la roja directa. Pudo cambiar los equilibrios, pero no lo hizo. La celeste se quedó con diez para los últimos quince minutos, pero en Brasil solo se quedó Endrick al frente de la delantera y Uruguay pudo defender, sin grandes apuros, el empate que le llevó a la tanda de penaltis.

Se la jugaron en la tanda. Valverde envió un mensaje claro. La abrió con un derechazo cruzado y raso que no dio opción a Alisson. Falló el primero de Brasil Militao. Bentancur y De Arrascaeta no perdonaron. Andreas Pereira alimentó las esperanzas de épica de la canarinha, Douglas Luiz pagó la tensión y la mandó al poste. Ugarte no perdonó y prolongó el viaje de la celeste: destino Charlotte, con Colombia como próximo desafío.