PREVIA | TOUR DE FRANCIA

Francia y el ciclismo buscan rey

El duelo entre el esloveno y el danés eclipsa una nueva edición del Tour de Francia. Florencia acoge la salida y Niza será el final por los Juegos Olímpicos.

Tour de Francia

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

7 min lectura

El duelo entre Tadej Pogacar (UAE Team Emirates), que buscará su tercer Tour de Francia y un doblete poco usual, y un Jonas Vingegaard (Team Visma-Lease a Bike), que afronta la carrera con muchas dudas sobre su estado físico, protagonizará esta edición del Tour de Francia en la que España aspira a tener un representante en el podio por primera vez en los últimos nueve años.

El esloveno quiere revancha después de las dos últimas ediciones en las que el danés se llevó la victoria, y, de paso, conquistar el doblete Giro-Tour que nadie antes ha logrado en este siglo XXI y cuyo último protagonista fue el italiano Marco Pantani en 1998. Pogacar llega tras arrasar en el Giro de Italia, en el que dominó la general y consiguió seis etapas, y "en mejor estado físico" de lo que esperaba.

La batalla UAE-Visma

El ganador en 2020 y 2021 estará rodeado de un gran equipo entre los que destacan el británico Adam Yates, podio el pasado año y ganador de la Vuelta a Suiza, el portugués Joao Almeida, segundo en la carrera helvética y siempre combativo en las grandes vueltas, y el joven español Juan Ayuso, que debutará en el Tour sin muchas expectativas, ya que parte como gregario de lujo para su jefe de filas.

Junto a ellos, el también español Marc Soler, el francés Pavel Sivakov, el belga Tim Wellens y el alemán Nils Politt, completarán un conjunto muy poderoso y que tratará de acompañar a Pogacar ante el poderío del Visma que, como es habitual, también presenta un combinado muy potente para discutir la hegemonía de la carrera a los UAE, aunque se quedó sin Sepp Kuss, ganador de la última Vuelta, por Covid.

El equipo neerlandés llega con la clara incógnita del estado de Jonas Vingegaard, que no compite desde principios de abril tras su grave caída en la Vuelta al País Vasco, que le provocó varias fracturas en las costillas y un neumotórax.

El actual doble ganador de la 'Grande Boucle' estará rodeado por ciclistas del más alto nivel como el polivalente belga Wout Van Aert o el estadounidense Matteo Jorgenson, que finalizó segundo en la general del Critérium du Dauphiné exhibiendo un nivel altísimo, y que le hace plantearse como candidato al podio final, además de como el gregario más fiel para Vingegaard. El belga Tiejs Benoot, el esloveno Jan Tratnik, el francés Cristophe Laporte y el neerlandés Wilco Kelderman completan el '8'.

Un tercer cajón abierto y con muchos candidatos

El posible desgaste de Pogacar y la incógnita sobre Vingegaard abre las esperanzas del resto, encabezadas por el potente INEOS, liderado en teoría por el español Carlos Rodríguez, quinto clasificado el año pasado en una edición en la que brilló y que estará acompañado por dos ganadores de la carrera francesa como el colombiano Egan Bernal, vencedor en 2019, o el galés Geraint Thomas, ganador en 2018, que constituirán un trío de candidatos a acabar en el podio final de Niza, que sustituirá como meta a París, inmersa en los Juegos Olímpicos.

El ramillete de favoritos a la victoria lo integran también el esloveno Primoz Roglic (Bora Hansgrohe), que llega tras conquistar el Critérium du Dauphiné hace unas semanas, y que fue segundo en la edición de 2020, y el belga Remco Evenepoel (Soudal QuickStep), que hará su primera aparición en el Tour sin muchas expectativas después de verse involucrado también en la caída de la 'Itzulia'.

Aparte de Carlos Rodríguez, entre los candidatos españoles a hacer un buen resultado en la clasificación general siempre hay que contar con Enric Mas (Movistar Team), que en 2023 tuvo que decir adiós muy pronto por una caída y que ha finalizado dos veces entre los diez mejores de la carrera francesa. El balear necesitará estar a su mejor nivel, algo que no ha logrado esta campaña, y tendrá a su lado al pujante Oier Lazkano, que exhibió un gran nivel de forma en el Dauphiné.

15 españoles y muchos outsiders

Las opciones españolas de victoria también pasan por Pello Bilbao (Bahrain Victorious), dos veces ganador de una etapa, Mikel Landa (Soudal QuickStep), que ante la posibilidad de que Evenepoel no dispute la general podría brillar en las jornadas de montaña, o Jesús Herrada (Cofidis), que también persigue un triunfo de etapa en el Tour, misión ya conseguida por su compañero Ion Izagirre en dos ocasiones, una de ellas el año pasado cuando el ciclismo nacional tuvo tres triunfos (Rodríguez y Bilbao), lo que no sucedía desde el 2003.

Será una 'Grande Boucle' como siempre de mucho nivel con otros nombres reconocidos como el neerlandés Mathieu van der Poel (Alpecin Deceuninck), el británico Simon Yates (AlUla Jayco), el ecuatoriano Richard Carapaz (EF-EasyPost) o el francés Romain Bardet (DSM).

Tampoco se puede olvidar la presencia de Mark Cavendish (Astana), que con 33 victorias de etapa en el Tour, buscará desempatar por fin con Eddy Merckx, y convertirse en el ciclista con más victorias en la 'Grande Boucle', aunque en las llegadas tendrá rivales como Jasper Philipsen (Alpecin Deceunink), el danés Mads Pedersen (Lidl Trek) o el neerlandés Fabio Jakobsen (DSM).

Recorrido del Tour

La montaña protagonizará un Tour de Francia que promete emoción desde la primera etapa en Florencia (Italia) hasta la contrarreloj final en Niza, en la que se podría decidir la carrera francesa después de 21 etapas en las que se ascenderán puertos míticos como el Col du Galibier, el Tourmalet, Saint Lary Soulan o Plateau de Beille.

El recorrido presenta dificultades montañosas casi desde la primera jornada, en la que Rimini pondrá fin a una jornada de 206 kilómetros en territorio italiano, pero con hasta siete puertos de montaña. En la segunda jornada, los ciclistas deberán estar muy atentos los 199 kilómetros entre Cesenatico y Bolonia, un terreno 'rompepiernas' que puede hacer sufrir a aquellos ciclistas que no hayan llegado en condición óptima.

La tercera etapa será la última que se dispute íntegramente en suelo italiano, con salida en Plaisance y final en Turín, antes de la primera jornada de montaña de verdad, con las subidas a Sestrières, Col de Montgenèvre y el temible Col du Galibier en su recorrido, antes de finalizar en Valloire.

Tras dos jornadas de transición, pensadas para decidirse al sprint camino de Saint-Vulbas y Dijon, la séptima etapa obligará a los favoritos a dar la cara en la primera contrarreloj individual entre Nuits-Saint-Georges y Gevrey-Chambertin, una etapa de 25,3 kilómetros con un recorrido sinuoso que culmina con una subida de 1,6 kilómetros al 6,1%.

La primera semana de carrera se completará con dos etapas llanas y tras la jornada de descanso en Orléans, el Tour se reanudará con otra jornada completamente llana camino de Saint Amand Montrond. La siguiente será de media montaña con final en Le Lioran, de 211 kilómetros y con seis puertos en su recorrido. Las dos siguientes etapas también serán llanas.

La decimocuarta jornada, entre Pau-Saint Lary y Soulan Pla d'Adet, y con el Tourmalet en su recorrido, se plantea como una de las etapas 'reinas' de esta edición del Tour. El puerto final, también de categoría especial, pondrá el colofón a un día clave en la carrera, con 10,6 kilómetros al 7,9% de pendiente media.

Un día después, coincidiendo con el festivo nacional en Francia, el pelotón afrontará otra jornada de mucha dureza prácticamente desde el inicio. Loudenville será la salida de una etapa que ascenderá el Peyresourde, el Col de Menté, el Portet d'Aspet, el Col d'Agnes y la subida final a Plateau de Beille, de 15,8 kilómetros al 7,9%. Una jornada que puede dejar ya muy decantada la clasificación general.

Después de la jornada llana entre Gruissan y Nimes, el pelotón afrontará una jornada de media montaña entre Saint Paul Trois Châteaux y Superdévoluny. La decimoctava etapa entre Gap y Barcelonette, plantea un terreno sinuoso de 179,5 kilómetros, que se plantea como ideal para una fuga.

Los 144,6 kilómetros entre Embrun e Isola 2000 iniciarán el último fin de semana de la carrera francesa. Los corredores deberán ascender el Cols de Vars y el coloso Cime Bonette, de 22,5 kilómetros al 6,9%. Las rampas del Isola 2000, de 16,1 kilómetros al 7,1% de media, culminarán una jornada de mucha dificultad para los ciclistas. El penúltimo día de carrera también será de extrema complicación para los corredores, que afrontarán cuatro subidas, tres de primera categoría, culminando en el Col de la Couillole, de 15,7 kilómetros al 7,1% de media, después de haber coronado el Col de Turini, de 20,7 kilómetros al 5,7%, y el Col de Colmiane de 7,5 kilómetros al 7,1%.

La última etapa no será el tradicional paseo por los Campos Elíseos de París, ya que la ciudad está inmersa en los Juegos Olímpicos, ni tampoco será un trámite ya que será una contrarreloj individual de 33,7 kilómetros, con la exigente subida a La Turbie (8,1 kilómetros al 5,6%), que podría decidir el ganador y el podio final