Conoce la historia de Mons. José Siro González, el obispo cubano que se enfrentó al régimen castrista
Mons. Siro destacaba por su cercanía para con todos. Nombrado obispo por San Juan Pablo II en 1982, impulsó varias iniciativas contra las medidas anticatólicas de Fidel Castro
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El pasado lunes, 19 de julio, falleció Mons. José Siro González Bacallao, obispo emérito de la Diócesis de Pinar del Río (Cuba), a la edad de 90 años.
La nota que anuncia el fallecimiento de Mons. Siro González destaca el celo apostólico que tenía el obispo, así como su cercanía con todos: “hablar de Mons. Siro es fácil para quienes lo conocimos sentado en su taburete frente a la carpintería del Obispado o en el patio de la Casa Diocesana, donde podíamos ir a compartir con él tanto de la vida personal como eclesial”.
Los restos mortales de Mons. Siro González serán sepultados en el panteón de los obispos del Cementerio Católico de la Alameda, ubicada en Pinar del Río.
La vida de Mons. José Siro: entrega a los fieles en medio de la dictadura de Castro
Nació en Candelaria, provincia de Artemisa, el 9 de diciembre de 1930. Pertenecía a una familia pobre, aunque no por ello menos confiada en Dios. A los 12 años, le manifestó a su párroco su deseo de ser fraile franciscano. Sin embargo, tras un proceso de discernimiento, entró al seminario para ser sacerdote diocesano. Fue ordenado el 28 de febrero de 1945.
Fue secretario del entonces obispo de Pinar del Río, Mons. Evelio Díaz. También fue coadjutor de la catedral entre 1954 y 1957. Después de esta etapa, fue enviado como párroco de la iglesia de San Juan y Martínez, donde permaneció durante 22 años.
En 1959, fruto de la revolución de Fidel Castro, la Iglesia comienza a sufrir varios atropellos por parte del nuevo régimen. Se produce la expulsión de varios sacerdotes, el cierre de colegios y universidades católicas y la prohibición de construir templos, entre muchas otras restricciones. Ante esta situación, don José extendió su labor pastoral a todas las parroquias pertenecientes a la vicaría central y oriental de la Diócesis.
En 1979, el nuevo obispo de Pinar del Río, Mons. Jaime Ortega, lo nombra vicario de la Diócesis y párroco de la Catedral. Tres años después, San Juan Pablo II lo nombra obispo de esta Diócesis.
Mons. Siro González fue impulsor de varias iniciativas. Una de ellas fue el Encuentro Nacional Cubano en 1986. También alentó la publicación de la Revista Vitral, que desarrolló su actividad entre 1994 y 2007. Del mismo modo, fundó varios centros orientados a la formación espiritual de los fieles de la Diócesis de Pinar del Río, entre ellos el preseminario Padre Félix Varela, centrado en discernimiento vocacional.
Durante la visita de San Juan Pablo II a la isla en 1998, pidió a San Juan Pablo II que sobrevolara la Diócesis para bendecirla, petición a la que el Pontífice accedió.
En 2006, Mons. Siro González criticó al régimen castrista manifestando que, aunque había libertad de culto, en Cuba no hay libertad religiosa. Denunciaba de esta forma el maltrato que sufría la Iglesia en el país caribeño. En una entrevista a La Voz de Galicia, el obispo explicó que “la Iglesia ha adquirido entre el pueblo un prestigio enorme, porque es la que se ha ocupado de atender a los pobres, de buscar medicamentos, de atender a los niños con síndrome de Down. Es una caridad que es muy explícita para la gente”.