Acción Católica General "calienta motores" de cara a su Encuentro de Laicos que será del 21 al 24 de julio

Bajo el lema "Anunciar a Jesucristo con obras y palabras" se desarrollará este evento que pretende poner a la Iglesia "en clave de misión"

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Redacción Religión

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Del 21 al 24 de julio de 2022 la Acción Católica General celebrará en Barcelona su Encuentro de Laicos de Parroquias y IV Asamblea bajo el lema “Anunciar a Jesucristo con obras y palabras”. Este encuentro tendrá lugar en el Colegio La Salle Bonanova y espera reunir a más de 1.000 laicos y laicas de parroquia de toda España. Desde la organización se indica que “niños, jóvenes y adultos podrán profundizar y compartir la llamada de toda la Iglesia a ponernos en clave de misión”. Los presentes estarán acompañados por diversos obispos como el cardenal Juan José Omella, arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal Española o Luis Argüello, arzobispo de Valladolid y secretario general de la CEE.

Este Encuentro de Laicos de Parroquia y IV Asamblea General quiere ser un instrumento que nos ayude a asumir nuestra tarea evangelizadora tras el difícil periodo que ha supuesto la pandemia. Desde la propia organización se explica que "queremos que nos impulse al desarrollo de los objetivos del Congreso de laicos “Pueblo de Dios en salida” celebrado en febrero de 2020, y que nos permita hacer realidad el “Caminar juntos” que nos pide el Papa Francisco a través del Sínodo”.

Más sobre Acción Católica General

Acción Católica General es una asociación que tiene como misión la evangelización de las personas y de las realidades en las que está inmersa la parroquia. Es, por tanto, una propuesta para los laicos de todas las edades (infancia, jóvenes y adultos), y para todas las parroquias y diócesis.

En la exhortación apostólica Christifideles Laici, el Beato Juan Pablo II cita explícitamente a la Acción Católica como una asociación en la cual “los laicos se asocian libremente de modo orgánico y estable, bajo el impulso del Espíritu Santo, en comunión con los obispos y con los sacerdotes, para poder servir, con fidelidad y laboriosidad, según el modo que es propio a su vocación y con un método particular, al incremento de toda la comunidad cristiana, a los proyectos pastorales y a la animación evangélica de todos los ámbitos de la vida”.