Borghesi: Francisco rompe con una visión dialéctica del mundo que "excluye y necesita un enemigo"
El filósofo italiano y el secretario de la CEE, Luis Argüello, conversan sobre el libro "El Desafío de Francisco" y los ataques que sufre el Pontífice
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Dos intelectuales. Dos apasionados de la vida. Dos seguidores de Cristo. Uno obispo. Otro filósofo. La Fundación Pablo VI acogió este jueves 19 de mayo un diálogo entre el escritor italiano Massimo Borghesi y el secretario general de la Conferencia Episcopal Española, el obispo Luis Argüello. La conversación, moderada por el director editorial de Ábside Media, José Luis Restán, se centró en los temas del libro “El desafío Francisco”, publicado y presentado por Ediciones Encuentro. Muchos puntos en común, algunos con unas cuantas diferencias. Ambos profundizaron tranquilamente en algunas cuestiones de la obra que ponen de manifiesto los ataques que sufre el pontificado de Francisco al ser considerado rupturista respecto a una visión del cristianismo entendida como esencia de Occidente.
Por una parte, Borghesi explicó que, tras los atentados del 11-S en Estados Unidos, el cristianismo se volvió occidental, ni católico ni universal, convirtiéndose en los valores de Occidente. “Este catolicismo encuentra dos enemigos: El Islam y el relativismo del mundo posmoderno”. Para él “todo el compromiso cristiano se reduce a la lucha contra el aborto, la eutanasia y el matrimonio gay”. En este mundo católico norteamericano, el Papa no comprende Occidente y este es el punto de fricción. Así, lo consideran: pauperista, peronista, socialista, progresista, enemigo de Occidente…
En ese sentido, para Luis Argüello lo que está ocurriendo es un cambio de época, un nuevo paso en la relación entre naturaleza y gracia. “Es una nueva manera de leer libertad y gracia”, indicó, recordando que estamos ante una época de cambios vertiginosos que han provocado una “fragilidad eclesial”, algo que genera respuestas de todo tipo, incluidas las que optan por buscar nuevos pactos con el poder.
Combate espiritual
En tono más crítico con el filósofo italiano, el obispo sí reivindica una “guerra cultural”, pero no entendida como una cuestión ideológica, sino cristianamente como un combate espiritual que tiene un carácter social en la lucha por cambiar un sistema concreto. El propio Borghesi apoyó esta cuestión reforzando la idea de Argüello de que “para Francisco el enemigo es el demonio, mientras que para los neocon el adversario es el otro”.
Así, expuso que la perspectiva del Pontífice es “dialógica”, rompiendo con una visión del mundo dialéctica, que “excluye y necesita de un enemigo”.
El anuncio de kerigma
El autor de “El desafío Francisco” es un profundo conocedor del pensamiento del papa y ya ha publicado una “biografía intelectual” de Bergoglio. Por ese motivo, parte de la conversación se centró en profundizar en el Magisterio del Pontífice y en algunas de las críticas que llegan contra él. El italiano recordó que para Francisco la ética no está en primer lugar, ese puesto es para el kerigma, el anuncio cristiano. “Si partimos de la ética en un mundo secularizado, la doctrina moral de la Iglesia se cae como un castillo de naipes”, explicó. En este punto, monseñor Argüello respaldó esta afirmación en la que se “primerea el kerigma”, pero sin olvidar, como tampoco lo hace el propio Francisco, su dimensión social porque “el kerigma tiene inevitablemente una consecuencia de vida buena”.
Hospital de campaña
La publicación de Encuentro hace referencia en su subtitulo a la imagen del “hospital de campaña” con la que se identifica a la Iglesia en tiempos de Francisco. José Luis Restán puso sobre la mesa la última parte del libro centrada en la vía de la misericordia. El obispo recordó que si existe un “hospital de campaña” es porque hay una lucha de la que resultan heridas, reafirmando así esa idea de “batalla cultural” que se pone en duda. También quiso dejar claro el secretario general de la Conferencia Episcopal Española que la misericordia “requiere de la verdad, la justicia y el perdón”, algo que solo Dios tiene en plenitud y que no se puede confundir con la lástima de los hombres.
Primero el perdón
Como conclusión, Massimo Borghesi expuso la decisiva relación entre verdad y misericordia y se refirió como “frente tradicionalista” a aquellos que acusan a Francisco de “buenismo” y de poner por delante la misericordia de la verdad. El filósofo considera esto un error y explica que el Papa apuesta por “curar las heridas antes de exigir la confesión de los pecados”, de abrazar al hombre para que ese abrazo de perdón le permita reconocer su mal. Borguesi recordó unas palabras de Benedicto XVI en las que señala el “camino de la misericordia” como hilo conductor entre el pontificado de Juan Pablo II, el suyo y el de Francisco, y concluyó evidenciando que en la sociedad de nuestros días sigue teniendo una gran fuerza la parábola del hijo pródigo, en la que el padre abraza y no juzga al hijo que vuelve a casa. Esa es la perspectiva de Francisco.