¿Cómo será la Asamblea Final Sinodal en España?: "Queremos que tenga un aire de fiesta y de acción de gracias"

Vicente Jiménez Zamora, responsable de la Comisión para el Sínodo de la CEE, ha adelantado las ideas clave de la síntesis que presentarán el 11 de junio en la Fundación Pablo VI

¿Cómo será la Asamblea Final Sinodal en España?: "Queremos que tenga un aire de fiesta y de acción de gracias"

Redacción Religión

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El próximo 11 de junio tendrá lugar la Asamblea Final Sinodal en la Fundación Pablo VI de Madrid donde participación unos 650 miembros entre obispos, sacerdotes, fieles laicos y miembros de vida consagrada de todas las diócesis españolas.

Monseñor Vicente Jiménez Zamora, arzobispo emérito de Zaragoza y responsable de la Comisión para el Sínodo de la CEE, ha explicado a los medios de comunicación de la archidiócesis de Zaragoza cómo será este encuentro y los cambios que impulsará esta experiencia sinodal en la vida de los miembros de la Iglesia.

El arzobispo emérito ha adelantado algunas claves de este encuentro: “Van llegando poco a poco las síntesis de todas las diócesis españolas según van celebrándose las asambleas diocesanas […] la Asamblea contará con unos 650 miembros entre obispos, sacerdotes, fieles laicos y miembros de vida consagrada, además de representantes de confesiones cristianas y de otras religiones”.

Los temas del Encuentro Nacional

Zamora quiere que la Asamblea Final Sinodal “tenga un aire de fiesta y de acción de gracias por todo el proceso sinodal vivido en la Iglesia que peregrina en España desde el mes de octubre de 2021, para retomar la misión evangelizadora, esa hermosa tarea del anuncio del Evangelio de la alegría y del servicio a nuestra Iglesia y a nuestra sociedad”.

El arzobispo emérito avanza algunos temas que se abordarán en el Encuentro Nacional: “Ser una Iglesia de la escucha, promoviendo la acogida de todos; fomentar el espíritu comunitario, porque la Iglesia es el Pueblo de Dios formado por todos los bautizados; respuesta de la Iglesia a los signos de los tiempos, como hizo el Concilio Vaticano II; salir a las periferias existenciales, como nos pide el Papa Francisco, y tender puentes, en lugar de levantar muros de separación; hacer un discernimiento comunitario de lo que el Espíritu nos pide hoy a la Iglesia; vivir en mayor coherencia con el espíritu del Evangelio; potenciar nuestra vida cristiana por medio de la oración, la vida sacramental y el encuentro personal con Dios; opción preferencial por los pobres y excluidos, etc...”.

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"Debemos superar los prejuicios y estereotipos que obstaculizan la escucha de la Iglesia"

Zamora cree que hay que “crecer todavía más en la comunión, favoreciendo la unidad en la diversidad; la fuerza de la evangelización se debilita, cuando los que tenemos que anunciar el Evangelio estamos divididos. Debe crecer la participación de todos, especialmente de los laicos […] Debemos superar los prejuicios y estereotipos que obstaculizan la escucha de la Iglesia, y escuchar más atentamente la voz de las minorías y de los excluidos, con el fin de que ellos también tengan voz en la Iglesia”.

Sobre los temas que aún quedan por trabajar, Zamora cree se pide a la Iglesia en general que sea “una comunidad misericordiosa, humana y caritativa, servidora y profética, abierta y valiente, que denuncie la injusticia, solidaria, alegre y esperanzada, al servicio de los más pobres y desfavorecidos, que cuide de la creación como la casa común, en la línea apuntada por el Papa Francisco en la encíclica Laudato sí' […] necesidad de abordar a fondo el papel de la mujer en la Iglesia participando en misiones de gobierno y responsabilidad. Hacer una opción prioritaria por acercarnos al mundo de los jóvenes y crear espacios en los que éstos puedan expresarse con su lenguaje. Cuidar la vida matrimonial y potenciar una pastoral de acogida a las familias vulnerables, como pide el Papa en la exhortación apostólica Amoris laetitia. Abordar con valentía el tema de los abusos sexuales en el seno de la Iglesia. Vivir con austeridad y con espíritu de pobreza. Transparencia en la gestión económica de la Iglesia.”