Elena Calleja, psicóloga: “Hay muchos trastornos en la conducta de los adolescentes por culpa de los móviles”

Hay un fenómeno que se está implantando en la sociedad y que afecta tanto a jóvenes como a adultos que usan el teléfono móvil: se trata del 'phubbing'

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El uso excesivo del móvil puede traer problemas no solo en la forma de relacionarnos con nuestro entorno, sino también en la propia comunicación familiar o incluso, puede afectar a la salud mental. Según los expertos, nuestro uso diario del teléfono móvil, no debería superar los 120 minutos, 2 horas diarias. Y los niños cada vez empiezan a tener su móvil propio antes. Según Cáritas Española, el primer móvil se suele tener a los 11 años.

Llega verano y el tiempo libre supone que el consumo del teléfono se dispare. Pero, ¿dónde están los límites en su uso? Un caso claro de dependencia al móvil es Daniela, una joven de 18 años, que consume 8 horas y media de teléfono móvil al día. Ella es consciente de su consumo excesivo. Vive con el móvil en la mano para conectarse a las redes sociales, hablar por WhatsApp y ver películas y series. “Me desvelo y me despierto por la noche sólo para ver si tengo algún mensaje”, ha contado a ‘Ecclesia’. Además, Daniela ha reconocido que su adicción influye negativamente en las relaciones con su familia y en su trabajo.

El teléfono móvil es un dispositivo imprescindible en la actualidad. En un mundo cada vez más digitalizado, a veces cuesta ver dónde debemos poner los límites. Elena Calleja es psicóloga general sanitaria, especializada en adolescentes, adultos y terapia de pareja. Ella ha afirmado que se trata de un problema que afecta a todas las edades. “Por eso es muy importante que los padres sean ejemplo de sus hijos porque los niños son esponjas, reproducen lo que ven”.

“Hay muchos trastornos en la conducta de los adolescentes por culpa de los móviles”, ha explicado Elena Calleja. “No somos conscientes de que estamos normalizando el uso de los móviles para todo”. De todo ello se derivan una serie de problemas graves, “sobre todo en la comunicación, “se pueden llegar a perder la identidad propia”, ha dicho la psicóloga. Ante esto la experta propone fomentar los hábitos saludables, cambiar el tiempo que se usa el móvil por el deporte o cualquier otra actividad. No se trata de prohibir el uso del móvil, pero sí de poner límites.