García Magán, en COPE: Las únicas palabras de ayuda que reciba una mujer no pueden ser "deshazte de tu hijo"

El secretario general de la CEE profundiza con Ángel Expósito en La Linterna sobre la decisión del Tribunal Constitucional ante el aborto

Sara de la Torre

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Es una sentencia que hay que leer con tristeza y con preocupación”. Así ha explicado el secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Francisco César García Magan, la decisión del 9 de febrero de 2023, cuando el Tribunal Constitucional rechazó, después de 13 años, la ponencia que declaraba inconstitucional la “Ley orgánica 2/2010 de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo”, pidiendo una nueva ponencia.

El derecho a matar a un ser humano no puede existir

En una conversación en el programa de La Linterna de COPE, con Ángel Expósito, el secretario de los obispos ha asegurado que el tema del aborto es “de suma importancia en la vida" y, además, ha reflexionado en la legislación española “que ha ido por un plano inclinado y hemos llegado a un punto bajo el nivel del mar donde el derecho a matar a un ser humano no puede existir”.

García Magán ha destacado que “la vida concebida pero no nacida no es un apéndice de la madre, sino que estamos ante un ser vivo independiente, con un patrimonio de derechos igual al de cada uno de nosotros”.

Tal y como ha dicho el director de La Linterna de COPE, las madres en situación vulnerable necesitan “ayuday acompañamiento”. Algo con lo que ha coincidido García Magán que ha exhortado a “defender no solo la vida desde le momento de la concepción a la muerta natural” sino a poner medios y cauces alternativos “para ser plenamente coherentes para que la única palabra no sea «desazte e tu hijo»”.

«Deconstruir» lo esencial

Por eso, ha explicado, “hacemos nuestras las palabras que el Papa Francisco ha pronunciado recientemente sobre el tema: Este es el camino nefasto de las colonizaciones ideológicas que anteponen a la realidad de la vida conceptos reductivos de libertad, por ejemplo, presentado como conquista un insensato derecho al aborto”. Una vez más constatamos que “el derecho a decidir y el deseo-sentimiento adquieren categoría jurídica al servicio de la construcción de un nuevo modelo social, para lo que es preciso «deconstruir» lo esencial del sistema vigente”.

Por eso, “defendemos la dignidad de cada persona humana, creada a imagen y semejanza de Dios, independientemente de su edad, raza, estado de salud”. Y ha reiterado el apoyo incondicional de os obispos “a las mujeres que sufren las consecuencias de un embarazo no deseado, ofreciéndoles la ayuda eficaz de la Iglesia, a través de tantos programas y asociaciones, recordándoles que la muerte del hijo que llevan en su seno nunca es la solución a sus problemas”.